El actual motor 2.0 turbo de cuatro cilindros que montan los Mercedes-AMG A 45, GLA 45 y CLA 45 ha llegado a su límite físico. Son palabras de Tobias Mörs – director de Mercedes-AMG – en una entrevista concedida a Motoring, una revista australiana. Tras el lavado de cara, la Clase A recibía una versión aún más potente del 2.0 turbo, montado en el A 45 AMG. Con 381 CV de potencia, este cuatro cilindros tiene una bestial potencia específica de 190,5 CV/litro. Su próxima generación será desarrollada por el equipo de Fórmula 1 de Mercedes.
No a los turbos eléctricos, pero no se descarta un híbrido
Actualmente, con 475 Nm de par motor y casi 400 CV, las cifras del pequeño dos litros son más propias de un V8 atmosférico de cinco litros. La actual tecnología de Mercedes no permite extraer más potencia del bloque en la actual generación, sin comprometer la fiabilidad e integridad estructural del mismo. Es por ello que la próxima generación de este bestial propulsor será desarrollada en buena parte por el equipo de Fórmula 1 de Mercedes, cuyos cuarteles generales están en el condado inglés de Northamptonshire.
Actualmente los motores de Fórmula 1 son motores V6 de 1,6 litros, turboalimentados para alcanzar potencias de hasta 700 CV – aproximadamente. El motor ganador de la temporada 2015 es el motor Mercedes, por lo que si a alguien deben recurrir para lograr una alta potencia específica es al equipo de Fórmula 1. Los ingenieros de competición colaborarían con los cuarteles generales de Stuttgart, produciendo un motor al que podrían aplicar tecnologías avanzadas de recuperación de energía.
Es un motor que podría disfrutar de KERS, efectivamente. Un impulso extra, un chute eléctrico que durante unos segundos podría aportar decenas de caballos adicionales a las ruedas. Este futuro motor turbo de altas prestaciones tendría una cilindrada de sólo 1,6 litros y tendrá una potencia superior a los 400 CV, con una potencia específica muy superior a 200 CV/litro. Lo que en Stuttgart si parecen tener claro es que este motor no usará turbos eléctricos. A Mercedes no le convence esta tecnología aplicada a este motor, de momento.
Como ya os hemos contado, los turbos eléctricos requieren de un voltaje de 48 voltios para funcionar, y aunque Audi ya estudia su implantación en coches de producción, requieren de usar una batería adicional para su funcionamiento, ajena al sistema de 12 voltios que alimenta todos los componentes eléctricos de un coche actual. Lo que sí se ha descartado por el momento es el lanzamiento de un AMG diésel u otro AMG eléctrico, como ya hicieron con el SLS eDrive hace unos pocos años.
Fuente: Motoring
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