Desde el 1 de septiembre del presente año, todo coche nuevo que se venda en Europa debe cumplir la normativa anticontaminación Euro6. Esta normativa, impuesta a nivel comunitario por la Comisión Europea, busca lograr una reducción significativa de las emisiones de gases tóxicos – como los óxidos de nitrógeno – de los coches nuevos. El uso extensivo del AdBlue y otros sistemas anticontaminación avanzados en motores diésel son consecuencia de estas normativas. Te contamos cómo te afecta y cómo te puedes beneficiar de la nueva Euro6.
1) La Euro6 busca reducir las emisiones de NOx y PM. ¿Qué son?
El principal objetivo de la normativa Euro6 es reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) y las partículas en suspensión (PM) emitidas por automóviles y vehículos comerciales, con una coerción especialmente estricta para los comerciales pesados. La Euro6 también busca reducir las emisiones de otros gases nocivos, pero el protagonismo – por su peligrosidad – es de esta tóxica pareja. Tanto los óxidos de nitrógeno como las partículas en suspensión son productos naturales de la combustión de hidrocarburos.
2) La reducción con respecto a la norma Euro5 es muy severa
Con respecto a la Euro5, los motores de ciclo Diesel pasan de emitir un máximo 180 mg/km a sólo 80 mg/km de óxidos de nitrógeno. Olvidaos de las unidades, y veréis que es una reducción de casi el 56%. El límite de emisión de partículas en suspensión no se ve reducido con respecto a los 4,5 mg/km actuales. En los vehículos de gasolina no se altera el máximo de óxidos de nitrógeno, que es de 60 mg/km, sin cambios desde la normativa Euro5. Lo mismo ocurre con las partículas en suspensión, de por sí muy bajas en un motor de gasolina.
3) Afecta especialmente a los coches con motor diésel… y se legislará contra ellos
Tanto los óxidos de nitrógeno como las partículas en suspensión son muy dañinos para nuestro sistema respiratorio. La dieselización de nuestras ciudades durante los últimos 25 años ha provocado un espectacular aumento de la contaminación atmosférica. Estos productos residuales están más presentes en la combustión de gasóleo que de gasolina. El problema es que durante años las políticas fiscales de Europa han apoyado – y algunas como la española lo siguen haciendo – sin miramientos los motores diésel.
Ahora es cuando los legisladores caen en su error, tras varias ciudades europeas superar todos los umbrales recomendadas por la OMS, entre ellas Madrid y Barcelona. En Francia ya se está legislando en contra de los motores diésel – se valora su prohibición en el centro de París – y en Madrid ya pagamos más por el estacionamiento regulado si nuestro vehículo es antiguo y por ello más contaminante. Un desajuste entre políticas pasadas, políticas actuales e igualdad económica que no es el momento de valorar.
4) Encarecerá el precio de los vehículos diésel
El endurecimiento de las normativas anticontaminación obliga a los fabricantes de coches a introducir caros sistemas de anticontaminación en los motores diésel. Es el caso de los filtros de partículas, que son obligatorios desde la introducción de la normativa Euro5. La principal novedad de la Euro6 es que una gran parte de los coches diésel del mercado tendrán que montar catalizadores selectivos, también llamados SCR (Selective Catalytic Reduction). Son sistemas caros, que requieren mantenimiento.
Los catalizadores SCR inyectan urea – también llamada AdBlue – sobre los gases de escape, eliminando de forma efectiva la práctica totalidad de óxidos de nitrógeno. El problema es que el coche diésel llevará un depósito de AdBlue que se debe ir recargando, sumando coste y complejidad al mantenimiento de nuestro coche. En cada revisión, toca recargar AdBlue. Otro sistema que algunos fabricantes usan son las trampas de NOX, un tipo diferente de catalizador avanzado, que no requiere de mantenimiento.
La ventaja de las trampas de NOX es que no requieren de mantenimiento. La idea tras todo esto es que estos sistemas son caros. A los fabricantes les ha costado mucho dinero y esfuerzo desarrollarlos, y ello se ve traducido en un incremento del precio de compra de un coche para el consumidor. Es por ello que los motores diésel tienen menos sentido que nunca, a no ser que vayas a realizar una conducción en la que impere absolutamente el consumo medio. Si vas a hacer pocos kilómetros, compra un gasolina.
6) Algunos coches y motorizaciones desaparecerán del mercado
A algunos fabricantes de coches no les interesará adaptar sus motorizaciones a la normativa Euro6, ya sea por coste o por dificultad. Algunos motores desaparecerán y es posible que incluso algunos coches, generalmente en la última parte de su ciclo de vida. La gran mayoría de fabricantes ha estrenado propulsores recientemente y otros han adaptado sus motores existentes a la Euro6, sin florituras, sin grandes anuncios. Pero tras esta normativa se esconden cambios de importancia en los sistemas anticontaminación.
6) Una oportunidad: compra stocks de Euro5 y ahorra miles de euros
En todo cambio de normativas anticontaminación hay posibilidad de ahorro. Me explico: muchos concesionarios estarán durante los próximos meses deshaciéndose de su stock de vehículos Euro5, a precios considerablemente más bajos que los nuevos Euro6. Si te ofrecen un coche con el mismo motor en Euro5 y en Euro6, hay muchas posibilidades de que el primero sea más barato, sus sistemas anticontaminación más sencillos y menos delicados. Esta situación sólo se dará durante unos meses, aprovéchate de ella.
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