Suzuki fabrica buenos productos, que últimamente han pecado de tener un escaso reconocimiento comercial. El Kizashi fue un fracaso sonado a nivel global, a pesar de ser una excelente berlina, por ejemplo. Suzuki se ha centrado en utilitarios y crossover últimamente, reconduciéndose a los segmentos más rentables, buscando recuperar su posición de antaño. El Baleno vuelve y con él Suzuki refuerza un lucrativo segmento B que sigue disfrutando de buena salud. ¿Son convincentes los argumentos del nuevo Suzuki Baleno?
Practicidad y espacio sobre todo
El Suzuki Baleno no me parece un coche especialmente bonito, voy a ser desde el principio sincero. Suzuki ha creado un coche a caballo entre el segmento B y C, pero con un tamaño de utilitario: 3,99 metros de longitud. Es apenas 15 centímetros más grande que un Swift de cinco puertas, pero no debería reemplazarlo. Se posiciona como una alternativa más práctica y espaciosa, basada en una plataforma completamente nueva y empleando un lenguaje de «diseño fluido» completamente nuevo en la marca japonesa.
En su frontal destaca la presencia de una calandra de tamaño importante, con unas grandes ópticas y rasgos fluidos que se trasladan a un perfil lateral con quizá demasiada chapa en relación al tamaño de las ruedas. Una zaga bastante anodina confirma mis sospechas: Suzuki no arriesga en diseño. Lo mismo puede decirse del interior. Es amplio, es práctico y es muy funcional, pero apenas tiene alma. Y quizá es necesaria alma para vender coches hoy en día. El consumidor quiere creer que compra algo más que un electrodoméstico.
No obstante, el display táctil situado en la consola central tiene 7 pulgadas de diámetro y capacidades de conectividad avanzada: es compatible con Apple CarPlay además de MirrorLink. Podremos utilizar en nuestro coche apps como Google Maps o aplicaciones de mensajería. En la instrumentación se ubica una pantalla multifunción en la que se miden fuerzas G o en funcionamiento del motor, además del ordenador de a bordo. El Baleno también disfruta de control de crucero adaptativo.
La tercera vía: motores gasolina, con turbo y alternativa híbrida
Las motorizaciones disponibles son tres. La primera es un motor llamado 1.0 Boosterjet. Un tricilíndrico de litro, con inyección directa y turboalimentación. Desarrolla 111 CV y 170 Nm de par motor máximo. Sus consumos son desconocidos. La segunda alternativa se llama 1.2 Dualjet, y es un motor atmosférico de gasolina de cuatro cilindros que puede asociarse en opción a un sistema llamado SHVS. Se trata de un motor eléctrico que asiste al motor térmico en aceleración y se recarga en frenadas y deceleraciones.
Es un sistema semihíbrido como los usados hace años por híbridos como el Honda Insight. Es un coche que no puede funcionar en modo exclusivamente eléctrico. El motor 1.2 Dualjet con sistema HSVS tiene una potencia combinada de 88 CV y reduce las emisiones de dióxido de carbono del coche hasta sólo 93 g/km. Se asocia a un cambio manual de cinco relaciones. Por el momento no hay datos acerca de consumos o fecha de introducción en Europa. Veremos si sus argumentos son suficientes para disfrutar de unas buenas ventas.
Fuente: Suzuki
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