¿Alguna vez has oído hablar de los ejes traseros direccionales? Se trata de un sistema muy sorprendente para aquellos que lo desconocen, pero en realidad hablamos de una tecnología que ya se estrenó en turismos con la llegada del Honda Prelude de 1987. Es decir, no es una tecnología novedosa, ni sorprendente, pero sí interesante, especialmente en un modelo como el nuevo Renault Mégane. Tampoco será la primera vez que Renault la aplique en sus productos, de hecho la tecnología 4Control ya estaba presente en el antiguo Renault Laguna, y en el recién presentado Renault Talismán. Sí resulta bastante novedoso que esta tecnología se aplique en un vehículo de la categoría del nuevo Mégane. Y es que el Renault Mégane GT 2016 contará con la posibilidad de equipar la tecnología 4Control. ¿Pero por qué nos interesa que giren las ruedas traseras?
Muy sencillo. Un leve giro en el eje trasero es más que suficiente para mejorar la agilidad de un coche, su estabilidad, o incluso facilitarnos las maniobras. Hablamos de un giro en un ángulo muy reducido. La tecnología 4Control de Renault hasta ahora solo giraba las ruedas traseras hasta 3,5º y no parece que el nuevo Mégane vaya a ofrecer un giro mayor. Lo suficiente para que el manejo del coche, en situaciones muy diferentes, mejore.
Renault asegura que – atendiendo al corte deportivo del Mégane GT, que será el punto intermedio entre el resto de la gama Mégane, y el futuro Mégane RS – el sistema 4Control de este compacto ha sido calibrado por el equipo de Renault Sport. Lo cual nos hará entender que la idea que perseguían estrenando este sistema en el nuevo Mégane era sobre todo la de mejorar su dinamismo.
El giro de las ruedas traseras puede ayudarnos en dos tipos de situaciones. La más habitual es la de las maniobras a baja velocidad, por ejemplo desplazándonos por lugares estrechos, o aparcando el coche. En esta situación, las ruedas traseras giran en la dirección contraria a las delanteras. De manera que el radio de giro del coche se reduce significativamente, facilitándonos esas maniobras. Así como requeriremos menos giro de volante, para realizar una misma maniobra de giro, que cualquier otro Mégane sin esta tecnología.
La otra situación, la más adecuada para el concepto deportivo del Mégane GT, será la de su conducción en carreteras muy reviradas. Ese pequeño giro en el eje trasero, en la misma dirección que en el eje delantero, hace que la respuesta del coche a nuestros movimientos con el volante mejore, y aumenta la estabilidad en alta velocidad. Esta tecnología es especialmente efectiva en cambios rápidos de dirección y situaciones de emergencia, por ejemplo una esquiva.
Has de tener en cuenta que esta tecnología, como decíamos al comienzo, no es exclusiva de Renault, ni mucho menos. Pero sí resulta bastante innovador su estreno en un compacto generalista. Por poneros un ejemplo muy reciente, esta tecnología se utilizó en la última generación de los Porsche 911 GT3 (991) y Porsche 911 Turbo (991). Y con la actualización de los Porsche 911 Carrera y Carrera S se ha extendido también a estos.
Fuente: Renault
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