Después de recorrer el salón de Frankfurt de principio a fin, me gustaría sacar conclusiones generales y jugar a escoger una estrella destacada sobre todas las demás. Este año ha sido especialmente difícil porque, a mi modo de ver, los focos han apuntado en la dirección equivocada.
Audi presentaba su Audi e-tron quattro concept, un vehículo eléctrico en formato SUV capaz de recorrer 500 km con cada recarga y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 s gracias a los 503 CV de potencia eléctrica derivada de sus tres motores.
Su tiempo de recarga es inferior a una hora conectado a una toma de 150 kW de potencia, lo cual, combinado con la autonomía anteriormente mencionada, lo acerca peligrosamente a un coche de gasolina y nos permite soñar con lo mejor de ambos mundos: prestaciones, autonomía, recargas rápidas y cero emisiones.
Lo cual nos lleva al otro vehículo conceptual que ha deslumbrado en Frankfurt, el Porsche Taycan. Con una estética realmente alucinante que demuestra que el Panamera podría haber sido bonito después de todo, el Mission E es totalmente eléctrico, cuenta con 600 CV de potencia eléctrica, 500 km de autonomía y un tiempo de recarga de 15 minutos para alcanzar el 80% de la capacidad de sus baterías.
Creo que estamos ante un prodigio técnico, y no conviene olvidar la respuesta instantánea y la sensación prestacional inigualable que proporcionan los motores eléctricos. Todo ello en medio de un completo silencio y sin emisiones contaminantes. Bravo por Porsche.
Parece que el grupo Volkswagen está realizando un esfuerzo sin precedentes en la electrificación de sus coches, presentando sendas pistas bajo marca Porsche y Audi de lo que podría ser su futuro en pocos años. En una entrevista concedida a Car Magazine, Audi afirmaba que un producto con la tecnología del e-tron quattro concept estará en la calle antes de 2018. Sorprendente.
Con todo, lo que resulta más sorprendente es que el Tesla Model S, también presente en Frankfurt con su recién estrenado P90D, un coche que está a la venta desde 2012 en versiones muy similares, cuenta con una autonomía máxima de 500 km y una aceleración de 0-100 km/h que ronda los 3 segundos en las versiones más potentes. Es un coche con tracción integral, motores delantero y trasero y que ha revolucionado el concepto de berlina deportiva contando con 7 plazas en una carrocería absolutamente sexy.
Es decir, que un norteamericano visionario lanza un coche que está 6 o 7 años por delante de todo lo conocido bajo una marca sin historia, y el todopoderoso grupo Volkswagen promete llegar ahí en 2018, si todo va bien.
Tesla toca, Alemania baila.
