El advenimiento de la era turbo en Porsche era cuestión de tiempo. Los Porsche 911 Carrera y Carrera S ya emplean motores 3.0 bóxer de seis cilindros, con doble sobrealimentación, logrando las mayores prestaciones y menores consumos de su historia. Esta repentina sobrealimentación nos hace dudar sobre el resto de la gama, que irá poco a poco actualizándose, hasta el momento en que posiblemente renuncie a los atmosféricos. Pero esto nos deja dudas sobre el actual Porsche 911 Turbo, en el trono de la gama 911.
Las buenas noticias es que el Porsche 911 Turbo seguirá ocupando su puesto de honor, y será el único que porte el emblema Turbo en su carrocería – aunque otros 911 empleen motores sobrealimentados. Se dudaba si el Porsche 911 Turbo pasaría ahora a usar una versión potenciada del motor de tres litros de los nuevos 911 Carrera, denominado internamente 9A2. Las buenas noticias son que el 911 Turbo seguirá usando el motor actual – denominado 9A1 – aunque termine pasando por un proceso de actualización, un lavado de cara.
El actual motor del Porsche 911 Turbo es un 3.8 con doble sobrealimentación en paralelo por dos turbocompresores de geometría variable. En su configuración más agresiva – el Porsche 911 Turbo S – el motor es capaz de desarrollar 560 CV y unos bestiales 750 Nm de par motor, entre las 2.200 rpm y las 4.000 rpm. Leyendo entre líneas se puede confirmar que aún queda potencial a extraer de este motor, y supuestamente, una versión GT2 marcará el fin de fiesta de la actual generación del 911, dentro de dos o tres años.
Parece que cuando Porsche escribe Turbo con mayúsculas, lo dice en serio. El destino de los actuales atmosféricos – hoy por hoy los GTS y GT3 – es más incierto, al menos para los GTS. Porsche retendría los GT3 como únicos atmosféricos de la gama, aún con lazos muy fuertes con los coches de competición de las 911 Cup.
Fuente: Autoexpress
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