Durante los últimos artículos de nuestra iniciativa Huye del Tráfico te hemos contado cómo será el coche del futuro, y las bondades de la ciudad del futuro. Sin embargo, seguimos en 2015, y aunque ya te hemos dado unos cuantos consejos para evitar perder tiempo al volante, la realidad es que en muchos casos los atascos siguen siendo molestias inevitables. Cuando todo está perdido, no te desesperes y lee estos consejos. Te ayudarán a estresarte lo menos posible y a ser más eficiente. Ganarás en dinero y en salud.
Evita meterte en el atasco
Parece una tontería, pero no lo es. La mejor manera de superar un atasco es no meterse en dicho atasco. Nuestros navegadores, nuestros smartphone y los servicios gratuitos de tráfico en tiempo real – como los de TomTom Live Traffic o Google Maps – pueden decirnos de antemano si vamos a encontrar atascos en nuestra ruta. De ser así, te ofrecen rutas alternativas. Si conoces la zona – tu trayecto al trabajo, por ejemplo – puedes tomarle el pulso a la ciudad. Quizá saliendo unos minutos antes, o después, evites el grueso de la retención.
Conoce tu ciudad, conoce tu trayecto, y vencerás. Si ves que el tráfico comienza a volverse demasiado denso, quizá puedas callejear o tomar una vía alternativa que te hará recorrer más kilómetros, pero evitará que pierdas tiempo. Es también conveniente estar al día de los eventos de tu ciudad: un partido de fútbol o un gran concierto harán que ciertas zonas queden completamente bloqueadas por el tráfico. Anticipación y conocimiento. Pero incluso así, en ocasiones no podemos evitar caer en un atasco que no esperábamos.
No te desesperes
Es la primera regla básica, y es una regla que es mucho más fácil de decir que de cumplir. Soy el primero en estresarme de forma considerable con el tráfico, y os aseguro que no es bueno para la salud de nadie. Intenta relajarte en la medida de lo posible: escucha música, mira a lo lejos si estás completamente detenido. Dales a los niños algo que ver o leer, deben estar tranquilos y entretenidos. Lo último que quieres en un atasco son niños peleándose o incordiando, la situación es suficientemente estresante.
Es evolutivo: nos sentimos inmóviles, atrapados e indefensos en nuestra jaula con ruedas. Por eso debemos racionalizar lo más posible estos momentos de estrés y saber que tarde o temprano el atasco terminará. Si la retención es especialmente intensa y llevas minutos sin moverte un centímetro te recomendamos que apagues el motor – a no ser que el aire acondicionado sea necesario – con el objetivo de mermar el ya de por sí alto consumo de combustible que conlleva un atasco. También contribuirá a reducir tu nivel de estrés.
De hecho, es lo más recomendable en un túnel, donde la concentración de gases nocivos puede aumentar de forma exponencial. Escucha la radio y estate atento de los servicios informativos y estaciones de noticias: pueden informarte de la duración y motivos de la retención, al igual que los paneles informativos situados en la propia carretera. Si la retención va para largo, busca una vía alternativa o aprovecha para salir en la primera área de servicio y tomar un café. Descansarás y evitarás parte de la retención.
Aprende a moverte en un atasco
A no ser que debas abandonar la vía pronto, te recomendamos que te mantengas en tu carril, sea el que sea. El mero hecho de estar cambiando cada dos por tres de carril sólo conseguirá aumentar su estrés y el de los demás conductores, y créeme: no vas a llegar antes. Sé suave con el acelerador y el freno, no arranques acelerando fuerte si te vas a tener que detener en unas decenas de metros. Con suavidad ahorrarás combustible y evitarás el desgaste innecesario de los componentes mecánicos de tu coche.
Deja una distancia de seguridad conveniente con el coche al que sigues. No hablamos de una distancia en la que quepa un camión, se trata de no circular a 30 centímetros de su paragolpes traseros. Evitarás posibles toques que pueden ser la «guinda perfecta» a un domingo por la tarde. Un factor muy importante en un atasco – y cada vez menos frecuente – es el respeto. Si te debes incorporar a una vía colapsada, no te saltes las marcas viales e intentes colarte «metiendo morro». Espera tu turno en la cola.
Aunque parezca contraintuitivo, agiliza el atasco y terminarás antes de lo que piensas. De igual manera, respeta esta cremallera si debes dejar a otros incorporarse a la vía. No te empeñes en bloquear el paso a otro coche y ayudarás a mejorar la fluidez de esta retención. Por último, vigila el nivel de combustible. Puede parecer una tontería, pero tu coche puede consumir 20 l/100 km en una retención severa, y quizá debas detenerte a repostar. Si te tienes que quedar con tres claves: anticipación, respeto, calma.
En Diariomotor: