Aunque en algunos casos se precipiten al mar, la Policía Nacional sigue confiando en los Citroën C4 Picasso como coche estándar de patrulla. La noticia es la entrega de mil unidades del Citroën C4 Picasso a la Policía Nacional por parte de la filial española de Citroën, en un acto celebrado en Madrid ante la presencia del Director de la Policía Nacional y el Ministro del Interior. Podríamos terminar aquí, pero lo que desde Diariomotor nos preguntamos es si el Citroën C4 Picasso es en verdad el mejor coche para la Policía Nacional.
¿Cómo son los C4 Picasso entregados a la Policía Nacional?
Las mil unidades entregadas al cuerpo nacional de seguridad son idénticas, y se corresponden a los C4 Picasso de cinco puertas. En todos los casos están equipados con el motor BlueHDi 120 – un 1.6 HDi con 120 CV – y un cambio automático de convertidor de par y seis relaciones. Una combinación desde luego cómoda y de bajo consumo, principales razones esgrimidas por la Policía Nacional para renovar el contrato con Citroën. Tampoco podemos olvidarnos de la relación histórica con Citroën, que se remonta a la época de los BX.
Las 942 unidades entregadas a la Policía Nacional se han adquirido en régimen de leasing mediante la empresa LeasePlan, y tras cuatro años de uso, serán devueltas a LeasePlan. Imaginamos que se ofrecerá al cuerpo de seguridad la opción de comprarlos al final del periodo, pero serán renovados. Los vehículos están equipados con un kit policial denominado «Z», adaptado por Tecnove Security en Ciudad Real. Hablamos de sistemas de iluminación y comunicaciones policiales, además de plazas traseras adaptadas al transporte de detenidos.
¿Son el vehículo más adecuado?
Son vehículos fabricados en España, requisito casi fundamental para decantar la balanza frente a otras alternativas. Siendo vehículos fabricados en España una condición previsiblemente necesaria en los concursos públicos de la Policía Nacional, las alternativas son escasas: Peugeot, Renault, Nissan, Volkswagen y SEAT son las únicas marcas que fabrican vehículos en España. La elección de Citroën previsiblemente responde a razones históricas, además de presentar la mejor oferta tanto técnica como económica.
Desconocemos los detalles de dicha licitación, pero el único punto que rechina – bajo mi punto de vista – en esta elección de vehículo es el motor turbodiésel escogido por la Policía Nacional. Sabemos que un motor diésel no es la opción más adecuada en vehículos cuyo uso va a ser eminentemente urbano. Por naturaleza, sus emisiones de óxidos de nitrógeno van a ser superiores, a pesar de estar equipadas con un sistema SCR que inyecta AdBlue sobre sus gases de escape, limpiando la mayor parte de óxidos de nitrógeno emitidos.
Entiendo que por relación espacio-tamaño, el Citroën C4 Picasso – fabricado en Vigo – es uno de los vehículos más interesantes para la Policía, siendo los Renault Captur o Peugeot 2008 – los SEAT Altea se han dejado de fabricar – coches con menos espacio interior. También puedo entender la adopción de una caja de cambios automática en la Citroën C4 Picasso: además de la comodidad en el tráfico urbano, libera una gran cantidad de espacio en la consola central, ya que la palanca está montada en la columna de la dirección.
Antes, la policía usaba estos C4 Picasso de la anterior generación.
Quizá mi única queja al respecto de esta decisión es no haber dotado a las Citroën C4 Picasso de un motor de gasolina, inherentemente más limpio que un diésel. Citroën ofrece en las C4 Picasso el potente 1.6 THP de 165 CV en combinación con una caja automática, a un precio de tarifa sólo 560€ superior al del motor BlueHDi 120. Aunque los costes de mantenimiento estén asumidos en el contrato con LeasePlan, sus consumos sí serán superiores (homologa una media de 5,6 l/100 km), y estos los debe asumir íntegramente la Policía Nacional.
Aún así, pienso que sería una opción más adecuada y permitiría que tuviésemos ciudades más limpias. Óptimamente, pienso que el motor más adecuado para las C4 Picasso policiales sería un PureTech de tres cilindros, un motor turbo de gasolina con 130 CV y prestaciones más que adecuadas para el tráfico urbano – además de homologar una media de consumo de 5,0 l/100 km – pero no está disponible con caja de cambios automática. Y todo este artículo para argumentar que la Policía debería haber encargado coches con motores de gasolina.
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