En el ya lejano año 2003 Brabus presentó el peculiar smart roadster V6 biturbo, con carrocería coupé. Una serie limitada a apenas 10 vehículos, con el objetivo de conmemorar el centenario de la Solituderennen, en Alemania. La mano de Brabus fue mucho más larga con estos smart roadster, hasta el punto de crear un nuevo motor para estos pequeños roadsters. Un V6 con doble turbo, construido fusionando dos bloques de tres cilindros. Una dosis concentrada de potencia que nos hizo soñar con un futuro diferente para smart.
Un alemán muy picante
La principal novedad de este smart roadtster fue la sustitución de su pequeño tricilíndrico de 82 CV por algo mucho más contundente. Los ingenieros de Brabus y Mercedes se juntaron y crearon un delicioso Frankenstein. Su motor dejó de ser un tricilíndrico para ser un V6 de apenas 1,4 litros, sobrealimentado en paralelo por dos turbocompresores. El motor seguía siendo realmente compacto y aún cabía – un poco por los pelos – en el estrecho vano motor del smart roadster, que fue recubierto en fibra de carbono y mejor aislado.
El V6 con doble sobrealimentación desarrollaba una potencia de 170 CV a 5.500 rpm, con un par máximo de unos notables 220 Nm, disponibles entre las 2.250 rpm y las 4.500 rpm. Asociado a la misma caja de cambios manual robotizada de cinco relaciones – famosa por ser lenta y bastante poco agradable – era un coche capaz de acelerar hasta los 100 km/h en menos de seis segundos. Unas prestaciones excelentes, permitidas por un peso en vacío del coche de sólamente 845 kg, apenas 20 kilos más pesado que los smart roadster de producción.
Aunque el pequeño V6 entraba en el vano motor del smart roadster, el depósito de combustible tuvo que ser movido. Se colocó en el frontal del coche, donde normalmente habría estado en el maletero. El mayor peso en la zaga y el mayor tamaño del motor también obligó a la instalación de una suspensión reforzada en la zaga – mantiene su esquema McPherson delantero y De Dion trasero. El tarado deportivo de su puesta a punto es una necesidad en un pequeño roadster de menos de 3,5 metros, capaz de alcanzar los 220 km/h.
En el centenario del Solituderennen, varios pilotos de Mercedes dieron vueltas al circuito con los smart roadster V6 biturbo, pero hasta donde se sabe, no fueron posteriormente vendidos a clientes. Al menos, es la información disponible en Internet. Sea como fuere, eran máquinas muy ágiles y divertidas, aunque los pocos que las han probado afirman que eran necesarias buenas manos para poder dominar su temperamento: mucha potencia, tracción trasera y una batalla muy corta exigen reflejos rápidos como un rayo.
El smart roadster V6 biturbo era estéticamente muy similar a las versiones Brabus del smart roadster. Montaba llantas de 17 pulgadas con neumáticos de 225 mm de sección y en su interior disponían de asientos deportivos forrados en Alcantara, así como un salpicadero y volante forrados en el mismo material. Es una pena que smart no lanzase una serie limitada de unidades roadster V6 biturbo. El estátus de semi-culto que ya posee el roadster podría haber sido elevado a la enésima potencia. Soñar es gratis, ¿verdad?
Fuente: smart | Automobilemag
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