Mal que nos pese decirlo, si tuviéramos que imaginar la organización del tráfico en el centro de las grandes ciudades, en un futuro próximo, deberíamos eliminar de la ecuación a los coches. Mucho nos tememos de que, a largo plazo, es probable que suceda. En cualquier caso, aún parece que durante años vamos a poder seguir disfrutando de nuestros vehículos de cuatro ruedas en la ciudad. Y a la hora de disfrutar, estaréis de acuerdo conmigo en que pasar media hora buscando aparcamiento no entra en nuestros planes. Es por ello que iniciativas, como la recientemente puesta en marcha en Berlín, pretenden ayudarnos a encontrar aparcamiento. ¿Y si se monitorizase permanentemente cada plaza de aparcamiento con un radar?
La tecnología no es del todo novedosa. Los aparcamientos públicos cubiertos, como los de establecimientos, y centros comerciales, ya cuentan con sensores que monitorizan la presencia de un coche aparcado en cada plaza de aparcamiento. Algo que resulta tremendamente útil, ya sea para visualizar rápidamente si en una calle hay alguna plaza libre (suelen utilizar un luminoso verde, o rojo, para mostrarnos si la plaza está libre, u ocupada, respectivamente) y evitar que sigan accediendo coches si el parking está lleno o limitar el acceso a una planta que está repleta de coches.
Lo interesante está precisamente en su aplicación en plazas de aparcamiento de la vía pública.
Berlín ha estrenado un proyecto piloto en el que se monitorizarán las plazas de aparcamiento en un tramo de 250 metros, entre Walther Schreiber Platz y Friedrich Wilhelm Platz, una zona residencial alejada del bullicio de las calles más turísticas de la capital alemana.
El sistema es realmente interesante y, si lo pensamos bien, relativamente económico. Basta con un sensor, un radar, para cubrir un área de 30 metros, el espacio que ocuparán entre seis y ocho coches (dependiendo del tamaño de estos). El proyecto piloto de Berlín cubrirá entre 50 y 70 plazas de aparcamiento, utilizando únicamente diez sensores colocados en las farolas de los alrededores. Al utilizar estas farolas, se minimiza la inversión en infraestructura, y se consigue que el alcance de los sensores sea tan elevado.
Cada sensor está conectado permanentemente con el centro de información de tráfico de Berlín, de manera que las autoridades pueden monitorizar en todo momento la ocupación de esas plazas y, lo que es más interesante, también podrán ser monitorizadas por los usuarios. Los conductores podrán utilizar una aplicación en su smartphone que les avisará si hay sitios libres. Esa información también podrá sincronizarse con navegadores conectados a internet, o incluso con señales luminosas en los alrededores que nos avisarán si hay plazas libres.
Es cierto que, de momento, estamos ante un proyecto piloto y que la utilidad de esta tecnología llegará precisamente en el momento en que esté muy extendida en las calles de una ciudad. En cualquier caso, este proyecto piloto pretende extraer algunas conclusiones interesantes en 2016 y demostrar que el sistema es viable para convencer a Berlín, y otras ciudades, de que invertir en radares para sus aparcamientos es una buena idea.
El proyecto, financiado en buena parte por la administración alemana, está siendo coordinado por Siemens AG, responsable del desarrollo de los sensores; así como por la Robotics Innovation Center of the German Research Center for Artificial Intelligence (DFKI).
Fuente: Siemens | Vía: Xataka
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