El Lamborghini Miura es considerado el padre de los superdeportivos modernos. Fue el primero en estrenar un esquema de motor central V12 y tracción trasera, una configuración considerada el Santo Grial del superdeportivo de altas prestaciones. Además de los Miura convencionales, Lamborghini construyó un Miura apellidado Jota. Un Miura único, con un motor experimental y muy aligerado. El único Jota fue destruido en un accidente, pero Lamborghini construyó seis unidades más, convirtiendo Miura convencionales en máquinas aún más especiales.
El Miura definitivo
Estos ejemplares fueron bautizados como SV/J o SV/Jota, según se mire. Sólo dos unidades equiparon la misma evolución de motor del Jota original. Estos dos ejemplares tomaron como base el V12 del Miura – un doce cilindros de 4,0 litros – para instalar un sistema de lubricación por cárter seco, así como componentes internos forjados y una puesta a punto radical. El resultado era una máquina capaz de desarrollar 440 CV a 8.800 rpm, casi 100 CV más que el Miura original. El coche de vuestras pantallas lleva dicha bomba bajo el capó.
Comenzó su vida como un Miura en 1968, y Herbert Hahne – importador de Lamborghini en Alemania – ordenó la conversión, que fue completada por Lamborghini en 1975. Además del motor Jota, Herbert Hahne ordenó la instalación de un radical kit de carrocería llamado SVR. El coche fue ensanchado y dotado de un kit aerodinámico espectacular. Fijaos en el alerón montado sobre el techo o el spoiler delantero. Por no mencionar las gigantescas llantas BBS, con neumáticos Pirelli de más de 300 mm de sección en el eje trasero.
Fue Herbert Hahne el que ordenó la instalación de los spoilers y un kit de carrocería que lo asemejara al Jota original, una idea que no ha terminado de fraguar bien en la comunidad de puristas de Lamborghini. El alemán también instaló asientos Recaro – y un sistema de sonido Blaupunkt – en un interior recubierto de cuero color crema. El importador apenas fue propietario del Miura durante un año, ya que fue comprado por una enorme suma de dinero por un coleccionista de Japón, donde reside el coche desde 1976.
El precio no está listado en el anuncio, publicado por el concesionario de coches exóticos Bingo Motorsports. Algunos creen que este Miura es un sacrilegio, y otros piensan que es el Miura definitivo. Nosotros nos inclinamos un poco más por la segunda opción.
Fuente: Autoblog
En Diariomotor:
