Mercedes ha renovado al Clase M, bautizándola como Mercedes GLE. No debes confundirlo con el nuevo Mercedes GLE Coupé, éste último hace referencia al rival del BMW X6 que ha lanzado Mercedes-Benz. También estuvimos probando el Mercedes GLE Coupé, que destaca por su aspecto fresco e imponente y una conducción más dinámica.
El cambio de nombre de la Clase M se debe a la nueva nomenclatura de modelos que estableció Mercedes-Benz a finales de 2014. Todos los todocaminos se identificarían con las siglas “GL” seguidas de letra de la berlina equivalente. Es decir: el GLA sería el todocamino de la Clase A, el GLC del Clase C, el GLE de Clase E… y así sucesivamente.
El Mercedes GLE “a secas” es, por tanto, un restyling del veterano superventas Mercedes Clase M. Un todoterreno, con verdaderas capacidades offroad, que ahora renueva su estética y sus mecánicas, un 17% más eficientes. Su precio es exactamente el mismo que el del Mercedes ML al que reemplaza. Parte desde 60.125 euros para la versión más básica, el GLE 250d 4MATIC, con motor diésel de cuatro cilindros y 204 CV.
Modelo | Potencia | Cilindrada | PVP |
---|---|---|---|
GLE 250d 4MATIC | 204 CV | 2.143 cm3 | 60.125 € |
GLE 350d 4MATIC | 258 CV | 2.987 cm3 | 68.425 € |
GLE 400 4MATIC | 333 CV | 2.996 cm3 | 72.975 € |
GLE 500 e 4MATIC | 333+116 CV | 2.996 cm3 | 77.875 € |
Mercedes-AMG GLE 63 4MATIC | 557 CV | 5.461 cm3 | 129.800 € |
Mercedes-AMG GLE 63 S 4MATIC | 585 CV | 5.461 cm3 | 141.100 € |
Tomando como referencia el Mercedes GLE 350d, de 258 CV y 68.425€, éste es una alternativa más cara que sus rivales el Audi Q7 (65.920 para el 3.0 TDI de 272 CV) o el BMW X5 (68.100 para el X5 30d de 258 CV); y más económica que el Volkswagen Touareg (68.890€ para el V6 TDI de 262 CV).
El vehículo, en sí, mantiene la esencia de la Clase M, con el pilar C invertido, acompañado de la clásica prolongación de la luneta trasera hacia los laterales, el rasgo más característico del Clase M. Parece más bien un ligero restyling, ya que sólo cuenta con sutiles cambios, como las nuevas llantas o el rediseño de los pilotos, que conservan siluetas similares y ofrecen la posibilidad de añadir luces LED con asistente de carretera.
Al igual que el Mercedes GLE Coupé, su salpicadero es herencia del viejo ML y no se actualiza al nuevo diseño del habitáculo de la gama, que sí encontramos en los nuevos Clase C y Clase S. El único cambio es la gran pantalla de infoentretenimiento, que sobresale y aumenta de tamaño para presidir el salpicadero. El habitáculo incluye, además, el nuevo touchpad de Mercedes que permite manejar sistemas como radio o navegación. Lo han ubicado donde debería ir situado el pomo del cambio de marchas.
El Mercedes GLE estrena nuevos cambios automáticos de doble embrague de nueve relaciones. Has leído bien: nueve. En cuanto a motorizaciones, la gran novedad es el GLE 500e, la versión híbrida-enchufable, que cuenta con 442 CV. 333 de ellos proceden del motor gasolina de seis cilindros turboalimentado y 116 CV del motor eléctrico. Cuesta 77.875€, sólo 5.000€ más que el GLE 400 4MATIC de 333 CV. Eficiente, silencioso e incluso deportivo, puesto que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, una cifra muy respetable para tratarse de un todocamino.
Durante nuestra prueba en Austria, pude hacer un recorrido de 50 kilómetros a bordo del Mercedes GLE 500e, a quien se le distingue por las pinzas de freno pintadas en color azul. Y la verdad es que consigue que cualquier trayecto sea todo un placer. Ofrece hasta 32 kilómetros de autonomía en modo eléctrico, pero pudimos estirar la carga de la batería hasta más de 40 kilómetros. Algo posible en carretera secundaria, conduciendo con suavidad y evitando cambios de ritmo innecesarios.
Tiene cuatro programas: uno “híbrido”, el “e-mode” (que fuerza la utilización del propulsor eléctrico), “e-save” (para utilizar el motor de combustión y almacenar la energía en las baterías para un uso posterior) o “e-charge” (que activa el motor de combustión y permite que las baterías estén en recarga).
El vehículo se puede cargar en un par de horas a través de la estación de carga de pared (Wallbox) que ofrece Mercedes-Benz. El enchufe se encuentra junto al portón del maletero. Ofrece conectividad con el móvil, de forma que podemos ver a través de nuestro Smartphone el estado de la carga del vehículo. Además, con la nueva aplicación de Mercedes es posible activar los sistemas de climatización, bajar o subir las ventanillas, abrir o cerrar las puertas y, por supuesto, localizar la ubicación del vehículo.
Durante nuestra toma de contacto nos quedamos realmente sorprendidos con la aptitud offroad del Mercedes GLE en una pista de pruebas situadas en una vieja cantera. El kit offroad se vende como parte del equipamiento opcional, con un sobreprecio de 2.800 euros. Incluye reductora y diferencial central, que se unen a la ya incluida tracción total 4Matic, de serie en todos los modelos. Además, cuenta con suspensión neumática de altura regulable y la posibilidad de equipar neumáticos off-road.
El resultado son una tracción soberbia en condiciones de baja adherencia, incluso en las condiciones más inverosímiles y grandes ángulos de ataque. Entre los modos de conducción, se encuentra un programa que optimiza la tracción en zonas de baja adherencia como nieve, hielo, barro o superficies deslizantes.
En el recorrido destacaba el descenso de una pendiente con un desnivel del 70%, en medio de la cual, el GLE levantaba una “patita” y se quedaba en contacto al suelo con sólo tres neumáticos. Resultó imprescindible el uso del control de descenso de pendientes regulable, que permitía ajustar la velocidad de bajada de una pendiente. Sin duda una prueba muy extrema pero que resulto ser realmente sencilla de ejecutar a bordo del GLE.
Las maniobras campo a través se ven facilitadas gracias a las cámaras de visión delanteras, que permiten controlar en todo momento las distancias en cambios de rasante con poca visibilidad. La misma pantalla, ofrece además información sobre la inclinación del vehículo y consejos para atravesar las zonas más complicadas.
Mantiene la suavidad de marcha por la que ya se caracterizaba, así como sus aptitudes offroad, en un producto donde que, a priori, debería destacar por su fiabilidad. En líneas generales, el nuevo Mercedes GLE recoge el éxito del Clase M. Sin grandes cambios, ni mejoras sobresalientes, pero con pinceladas de tecnología, así como motores más eficientes y modernos.
La única duda que nos queda es si quizás Mercedes debería haber arriesgado un poco más con el GLE. Mientras el GLE Coupé estrena un diseño con un halo Premium e imponente, el GLE “a secas” se ve renegado a mantener esencia de pasado. Algo que le perjudica, más aún teniendo en cuenta que parte con un precio algo más caro que los Audi Q7 o BMW X5.
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