Todos quieren que su marca sea el nuevo Tesla Motors. Y eso es algo comprensible. ¿Pero de qué manera puede un fabricante como Aston Martin replicar el éxito del Tesla Model S en sus productos? Andy Palmer, el mandamás de Aston Martin, lo tiene claro. El futuro de Aston Martin es eléctrico, y podría traducirse en un deportivo de altos vuelos, que veremos en 2017, y que gozará de una potencia entre los 800 y los 1.000 CV. El futuro de Aston Martin estará muy conectado a los deportivos eléctricos, e incluso a extrañas combinaciones de tipo crossover entre un SUV y un gran turismo, como el Aston Martin DBX Concept que ilustra este artículo y que se presentó hace unos meses en Ginebra.
En cualquier caso, Andy Palmer, que hizo estas revelaciones la semana pasada en la cumbre de Bloomberg New Energy Finance Summit en Londres (Top Gear), cree que esto no es más que la punta del iceberg. Aston Martin seguirá siendo un fabricante de grandes turismos, que probablemente no se entenderían sin un motor de doce cilindros en uve, y lo seguirá siendo.
Aston Martin trabaja en la posibilidad de lanzar varios eléctricos, que junto con el Aston Martin DBX ya han recibido luz verde para su producción, como complemento de otros deportivos que seguirán amparándose en un motor de doce cilindros.
La electricidad le proporcionará a Aston Martin algunos de los aspectos más valorados de sus grandes turismos, motores con mucha potencia, mucho par desde el primer instante y suavidad. Aston Martin ve más próximo un eléctrico en sus filas que la apuesta por el downsizing, por motores más pequeños de poca cilindrada.
Andy Palmer reconocía que el gran reto estará en vencer al range anxiety, en lograr suficiente autonomía para evitar que sus propietarios sufran con pavor el ver cómo la autonomía de sus baterías va agotándose sin encontrar un punto de recarga cercano. Aunque Aston Martin aún no haya dado cifras más concretas de autonomía, Palmer tiene claro que resolverán este problema y que sus coches, al menos, presumirán de tener un mayor acceso a puntos de recarga que los pioneros del hidrógeno, que con modelos como el Toyota Mirai comenzarán a comercializarse en Europa muy pronto.
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