Por estrafalaria que resulte la idea de ver a Apple fabricando coches, los indicios que apuntan en esa línea son cada vez mayores. Probablemente sea el secreto peor guardado de la historia. En los últimos años Apple ha estado reclutando a los mejores ingenieros de empresas muy relacionadas con la producción de coches eléctricos, empezando por Tesla Motors; y prosiguiendo por A123, especialista en baterías. La propia A123 ya denunció la situación este año, apuntando que Apple había provocado que algunos de sus proyectos se detuvieran, proyectos que precisamente estaban enfocados en el desarrollo de baterías de gran tamaño. La intensidad con la cual está reclutando trabajadores Apple habría llegado incluso a hundir a una prometedora startup de motocicletas fundada en 2007 (de la cual ya os hablábamos en 2009).
Según Reuters, fuentes cercanas a Mission Motors denuncian que Apple, y otras compañías, habrían reclutado a sus mejores ingenieros, a empleados clave en el desarrollo de motocicletas eléctricas. De manera que el auge de la movilidad eléctrica en Silicon Valley, y la agresividad con que empresas del tamaño de Apple están formando equipos para explorar sus posibilidades, habría acabado con las expectativas de Mission Motors, mientras esta luchaba por conseguir financiación.
Como de costumbre, ningún responsable de Apple habría aceptado declarar su versión de los hechos.
A día de hoy lo que todos seguimos preguntándonos es si de verdad Apple está preparando un coche, y cómo será ese coche. Todos los indicios apuntan a que Apple habría traspasado la barrera de analizar la viabilidad del proyecto, y ya estaría trabajando en un producto muy concreto, eléctrico, con una altísima conectividad y tecnología, y marcando la senda del coche autónomo.
Mientras tanto, Apple sigue reclutando a un ejercito de ingenieros muy especializados en movilidad eléctrica, y baterías, y dejando tras de sí un sinfín de deserciones. Según Mission Motors, Apple habría tentado a ingenieros especializados en hardware y software de sistemas eléctricos, así como algoritmos de refrigeración y carga de baterías. De manera que la estabilidad y el poderío económico de un gigante como Apple, no habría dado tregua a una startup que atravesó un periodo demasiado largo de búsqueda de inversores y cuyo futuro a día de hoy está más en el aire que nunca.
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