¿Alguna vez se te has cruzado con un canguro en medio de la carretera? Yo tampoco. Pero sí me he encontrado con vacas, e incluso ciervos, y me imagino que en Suecia será muy común tener que esquivar a un alce, o un reno. Por eso mismo Volvo se ha trasladado hasta Australia para estudiar el comportamiento de los canguros y crear el primer asistente de conducción diseñado para evitar atropellos de canguros. Curioso, ¿no crees? Pero como veremos a continuación hablamos de una tecnología que puede salvar muchas vidas, y no solo la de estos graciosos marsupiales.
Según la asociación automovilística australiana, en Australia hay más de 20.000 canguros viviendo en las cercanías de sus carreteras. No nos dan cifras de accidentes, de heridos o fallecidos relacionados con estos encuentros no deseados, pero sí la cifra económica del coste que supone para las aseguradoras, 75 millones de dólares australianos (más de 48 millones de euros) cada año.
Cifras con las que tal vez vayamos comprendiendo mejor la problemática existente y lo importante que es aprovechar la tecnología, que es relativamente económica, para evitar las graves consecuencias de estos atropellos. Pensad que en Australia algunas variedades de canguro pueden llegar a pesar 85 kilogramos y medir cerca de 2 metros de altura.
Del conocimiento del comportamiento de estos animales, Volvo pretende diseñar un sistema que sea capaz de detectar canguros, y hacer que sus coches frenen automáticamente para evitar una colisión. Una tarea que no es nada fácil, dado el carácter imprevisible de animales que viven en libertad.
Para ello utilizarían el sistema de radares perimétricos, y cámaras, para reconocer la presencia de los animales. Estos sistemas ya están presentes en la gama Volvo, y han sido refinados especialmente en su último modelo, el Volvo XC90. Con un software adecuado de reconocimiento de imágenes, los coches de Volvo podrían predecir con cierta precisión el riesgo de que un animal se abalance sobre nuestro coche. Volvo asegura que su sistema de procesamiento, una vez ha detectado el peligro, tarda solo 0,05 segundos en reaccionar. El tiempo de reacción de un humano estaría en torno a 1,2 segundos.
Volvo recuerda que ya habrían hecho lo propio con animales más grandes, y más lentos en sus movimientos, como vacas, renos y alces. Su idea es ir perfeccionando la tecnología para adaptarse a otro tipo de animales, como los canguros, que no son menos peligrosos.
Esta tecnología, que pretende integrarse en su paquete de ayudas a la conducción City Safety, se engloba también en un proyecto muy ambicioso por el que Volvo quiere comprometerse a que en 2020 sus coches sean infalibles, a prueba de accidentes. Y asegurarse de que nadie fallezca en un Volvo. ¿Lo conseguirán?
Fuente: Volvo
En Diariomotor: