Estamos fascinados con Corea del Norte. El país más aislado del mundo es una lugar dominado por el puño de hierro de Kim-Jong Un, el Gran Líder Supremo. El Gran Líder quiere que su país sea puntero en todos los ámbitos socioeconómicos, quiere demostrar que son una gran potencia. Y toda gran potencia debe fabricar grandes coches. Pyeonghwa Motors es el fabricante nacional de Corea del Norte. Un impresionante conglomerado industrial que nos presenta varias novedades, varios vehículos impresionantes, a la altura de la democracia norcoreana.
Mi compañero David Villarreal escribió un especial en Diariomotor hace un par de años sobre la industria del automóvil de Corea del Norte. No dejéis pasar la oportunidad de leerlo para entender el funcionamiento de la industria del país más autárquico del mundo. En Mashable han tenido acceso a un catálogo con los últimos modelos lanzados por Pyeonghwa Motors. Podemos comprobar como Pyeonghwa Motors sigue fabricando vehículos a partir de kits CKD importados fundamentalmente desde China y Corea del Sur.
Una de las pocas relaciones económicas que Corea del Norte tiene, a pesar de mantener vínculos con otros países del «eje del mal», como Rusia o Irán. Una gran nación, sin duda alguna, que nos presenta varios Volkswagen fabricados en Corea del Norte con otros logotipos e incluso una copia China del Mercedes ML de la anterior generación. ¿Significa esto que Corea del Norte pondrá una demanda a Volkswagen por sus motores TDI trucados? Si fuese Matthias Müller estaría realmente preocupado ante posibles represalias.
¿De donde viene Pyeonghwa Motors y qué coches vende en Corea del Norte?
La historia de Pyeonghwa Motors es muy peculiar. Fue fundada en 1999 mediante una fusión entre la corporación estatal norcoreana Ryonbong General Corp. y la controvertida Iglesia de la Unificación de Corea del Sur, una congregación católica. De la inverosímil fusión económica entre el comunismo del norte y el catolicismo unionista – y capitalista – del sur nacía Pyeonghwa Motors, que traducido al español significa «Automóviles de la Paz». En 2013 Pyeonghwa Motors pasó a ser de control 100% norcoreano.
La Iglesia de la Unificación vendió su participación en Pyeonghwa Motors a Corea del Norte, aduciendo bajos beneficios y una creciente complicación en la operativa del día a día. Se estima que en 2011 fabricaron unos 1.450 coches y las últimas cifras – facilitadas por Choson Exchange, una ONG basada en Pyongyang que ha suministrado dichos catálogos a Mashable – estiman una producción actual de unos 1.600 coches anuales. Sin más dilación, veamos qué nos ofrece la maravillosa industria de Corea del Norte.
Este primer vehículo se denomina «1613» y parece ser un Volkswagen Jetta chino fabricado bajo licencia en Corea del Norte. Se ignoran motorizaciones o más datos pero sabemos que usa la plataforma PQ25+ del Grupo Volkswagen. El «1613» norcoreano es prácticamente un SEAT Toledo. El «2008» parece ser un Volkswagen Lavida de origen chino. Es una berlina media que trata de ser un Passat de bajo coste para el mercado chino, que ama las berlinas y los SUV sobre todos los demás vehículos. Es posiblemente el vehículo más avanzado a la venta en Corea del Norte.
El «2405» es un SUV de origen también chino, posiblemente suministrado en kits por Brilliance o SG Automotive – una joint venture china entre Fiat y Shuaguang. Su diseño es mitad Kia Sorento, mitad Mercedes ML en el mejor de los casos. Su calidad no es su fuerte, y en sus entrañas late un motor 2.4 basado en un diseño Mitsubishi con apenas 128 CV de potencia. Mucho ojo, puede alcanzar los 160 km/h y su consumo medio es de unos precisos 8,83 l/100 km circulando a 60 km/h constantes.
La «0208» es claramente una Volkswagen Crafter de grandes dimensiones, que será usada por empresas como Koryo Tours para llevar a turistas por las calles de Pyongyang. Por su parte, el «1610» parece ser un Samsung de origen surcoreano – conocido como Renault Fluence – por estos lares, con el emblema de Pyeonghwa Motors en la calandra. El «1516» parece un sedán chino anónimo y el todoterreno de cuyo nombre sólo entiendo el número 2008 parece un diseño antiquísimo de origen posiblemente militar del que nada sabemos.
En definitiva, maquinaria que nos hace suspirar por el paraíso del pueblo que es Corea. Si tienes más ganas del «eje del mal», te sugerimos que leas nuestra prueba de un Saipa iraní. Te aseguramos que no la podrás leer en ningún otro medio en español.
Fuente: Mashable
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