¿Os hemos dicho ya que nos encanta James Bond (y aún más sus coches)? Esta semana, coincidiendo con el estreno de la nueva entrega de 007: Spectre, os presentábamos algunos de los coches más elegantes y peculiares que ha conducido James Bond – desde el precioso Aston Martin DB5, hasta un 2CV. Creo que no hará falta que nos preguntemos por qué nos gustan tanto sus coches, ¿a quién no le gusta un Aston Martin o un roadster de BMW? ¿Pero qué hay de sus gadgets? Si algo ha conseguido James Bond, gracias a la división de investigación dirigida por el gran Q, ha sido cautivarnos con los increíbles gadgets de sus coches.
En ocasiones, internet nos deja documentos realmente valiosos, más allá de fotos de gatitos en poses ridículas, el viral de turno, o los memes de Julio Iglesias. Bloomberg ha lanzado estos días un artículo que no os deberías perder (enlace a la web de Bloomberg), en un formato long form enriquecido con algunas estadísticas realmente interesantes acerca de la saga James Bond. Tales como el número de veces que James Bond ha desobedecido los consejos de sus jefes, como el momento en el que Q le recomendó que tuviera cuidado con su Aston Martin V8 Vantage y trece minutos y medio estaba destrozado. O incluso el número de gadgets que se utilizaron en sus películas, divididos por actores.
¿Sabías que Pierce Brosnan utilizó de media 14 gadgets, alcanzando el record en Die Another Day con 16 gadgets, 8 de los cuales estaban instalados en su Aston Martin V12 Vanquish?)
Internet también nos ha dejado el vídeo que puedes ver más arriba. Un trabajo increíble para recuperar todos los gadgets utilizados por James Bond, en orden cronológico, y hasta la última película (Spectre no incluida). Un vídeo que nos muestra un total de 192 gadgets, ¡casi nada!
1. Teléfono en el coche. Hoy en día resulta cómico ver a Sean Connery coger el teléfono, con su correspondiente cable enrollado, en un Jeep. Pero en 1962, cuando se estrenó Dr. No, utilizar un teléfono en el coche parecía casi ciencia ficción.
2. Intercambiador de matrículas. Si lo hiciera cualquier hijo de vecino sería ilegal, muy ilegal. Pero 007 tiene licencia para cambiar automáticamente la matrícula de su coche. ¿Radares, a mí?
3. Eje con máquina fresadora en las llantas. El Aston Martin DB5 original estaba equipado con un arsenal de armas y técnicas para evadir persecuciones. Una de las más peculiares, sin duda esta cabeza fresadora solidaria al eje para destrozar a cualquier coche que osase emparejarse con él
4. Corte con láser en las llantas. Con los años, la técnica se volvió más sofisticada. Hasta el punto de instalar un láser capaz de perforar la carrocería de cualquier coche.
5. Aspersores de líquido deslizante. A la hora de esquivar a los perseguidores, otra idea digna de Mario Kart y sus plátanos pasaba por lanzar un líquido que convertía el asfalto en una pista de patinajes.
6. Aspersores de agua. Esos aspersores también podían utilizarse, cual sistema de control de masas, para lanzar agua y detener a los perseguidores.
7. Lanzador de clavos. Pero como los viejos métodos, como los viejos rockeros, nunca mueren, incluso bien entrado en los años noventa, en los tiempos de Pierce Brosnan, seguían lanzándose clavos para destrozar los neumáticos de los perseguidores.
8. Neumáticos que no se pinchan. Quizás ante el temor de que los rivales utilizasen su misma técnica, y bebiera su propia medicina, James Bond comenzó a utilizar una tecnología que hoy no es nada sorprendente, la de los neumáticos capaces de funcionar tras un pinchazo. En este caso, esta suerte de neumáticos run-flat, se inflaban automáticamente si perdían presión.
9. Esquíes y neumáticos con clavos. Y hablando de neumáticos, qué mejor técnica que la utilizada por James Bond para luchar contra sus enemigos sobre el hielo que la de contar con neumáticos capaces de desplegar clavos automáticamente. ¡E incluso unos esquíes desplegables en los bajos para patinar controladamente!
10. Eyector en el asiento del acompañante. Otro de nuestros favoritos (seguro que el tuyo también) es el eyector de asiento equipado por el coche de James Bond desde las primeras películas de Sean Connery. Si tu enemigo te apunta con una pistola mientras conduces, no hay problema, ¡hazlo volar!
11. Girar automáticamente el coche. El James Bond de Pierce Brosnan descubriría incluso una segunda utilidad a este sistema, en combinación con su techo panorámico practicable, la de girar el coche por completo en caso de vuelco.
12. Ametralladora. Si por algo se han caracterizado también los coches Bond ha sido precisamente por su arsenal de armamento. Las ametralladoras integradas en el coche han sido prácticamente una constante en la saga James Bond.
13. En algunos casos incluso, a modo de ráfagas señuelo para interceptar proyectiles.
14. Lanza misiles. Entre ese arsenal, tampoco podía faltar armamento pesado, como proyectiles capaces de hacer explotar un coche.
15. Coche submarino con lanzador de minas, torpedos y misiles agua-aire. Otro de mis favoritos es el Lotus submarino de la entrega The Spy Who Loved Me, capaz no solo de sumergirse, sino también de soltar minas, lanzar torpedos, e incluso misiles agua-aire, capaces de derribar helicópteros. El Lotus utilizado en la película, por cierto, existe, y se subastó hace dos años.
16. Sistema antirrobos de autodestrucción. Qué lástima de Lotus Esprit Turbo, que tuvo que acabar reventado por un sistema antirrobo que generaba una inmensa explosión en el momento en que alguien osase romper una luna. Cuando alguien inventó la expresión «matar moscas a cañonazos» bien podía estar pensando en esta escena.
17. Botón de autodestrucción. Quizás esa experiencia llevase a Q a instalar un sistema de autodestrucción controlable, que pudiera ser manipulado por el propio Bond.
18. Gas lacrimógeno. U otra técnica no menos elegante para evitar allanamientos en su primer BMW, la de lanzar gases lacrimógenos. Un sistema antirrobo que personalmente me gusta.
19. Radar. Como los GPS son demasiado mainstream, James Bond comenzó a utilizar sistemas de posicionamiento y seguimiento de enemigos mediante radar.
20. Conducción autónoma y teledirigida. Hoy en día alucinamos con un Tesla capaz de mantenerse en su carril sin que el conductor toque el volante, pero James Bond lleva muchos años utilizando un coche capaz de moverse solo, o incluso mediante control remoto desde su teléfono móvil.
Un teléfono móvil que bien podría ser un precursor de los smartphone moderno, de una marca, Ericsson, a la que probablemente le hubiera ido mucho mejor si hubiera seguido la línea de sus ideas de gadget para James Bond…
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