Walter De Silva abandona los despachos de diseño del Grupo Volkswagen. El anuncio nos cogía por sorpresa hace apenas unos días. El diseñador de origen italiano fue contratado por Ferdinand Piëch en 1999, con el objetivo de revitalizar los diseños de SEAT y catapultar a nuestra marca hacia el futuro. El italiano ha terminado liderando la dirección estilística del gigantesco Grupo Volkswagen, y aprovechando su marcha por jubilación, hemos querido recordar algunos de sus aciertos y fracasos más sonados en sus 16 años de trayectoria.
SEAT Salsa (2000): la llegada del «auto emoción»
Cuando Piech contrató a Walter De Silva en 1999, su idea era convertir a SEAT en una marca pasional, latina, emocionante. Walter De Silva estrenó esta dirección estilística con el concept SEAT Salsa, un coupé de tres puertas equipado con un motor 2.8 V6 y una mirada muy característica. Una mirada compuesta por dos faros en forma de lágrima y una pequeña calandra central. Formas orgánicas para el capó, y nervios laterales marcados. Un segundo concept, un roadster llamado Tango, confirmaba en 2001 la filosofía «auto emoción».
Serían estos dos prototipos la inspiración clara para los Ibiza y Córdoba lanzados en 2002, así como los Altea lanzados en 2003. Fue el SEAT León el que confirmó esta dirección definitivamente en 2005, recibiendo numerosos premios de diseño y cautivándonos. Realmente fueron diseños muy exitosos, algunos de los cuales han estado vigentes hasta este mismo año: el SEAT Altea cesó su producción hace apenas unos meses. Tras relanzar SEAT, De Silva añadió Audi y Lamborghini a su cartera de marcas.
Un fracaso: el SEAT Toledo de tercera generación (2004)
Walter De Silva no tuvo su mejor momento con el diseño del SEAT Toledo de tercera generación. Aunque no era en absoluto un mal coche, tuvo una aceptación comercial muy escasa y dejó a SEAT huérfana de una berlina media, hasta la llegada del parche que supuso el SEAT Exeo años después. Todo se achaca a un diseño a caballo entre la berlina y el monovolumen, que simplemente no cuajó en el mercado. Tampoco cuajaron sus extrañas proporciones o la pintura bitono – rojo y plateada – con la que fue fuertemente promocionado.
Algunos dicen que fue un coche incomprendido, y realmente fue un coche de buena calidad, con un gran maletero – 500 litros de capacidad de carga en un coche de 4,46 metros – y un gran espacio interior. Muchos de los Toledo que se vendieron en España terminaron como taxis o vehículos de policía, precisamente por estas cualidades. El lanzamiento de una versión XL del Altea – igual de grande, más barato y más bonito – marcó la sentencia de muerte del SEAT Toledo, tras sólo 4 años en el mercado.
El Audi A6 (2004) y el marco plateado de su calandra
En 2004 se presentó el Audi A6. Una tercera generación de una berlina de lujo para Audi, cuya revolución estilística fue su calandra «single frame». Aunque el coche había sido diseñado anteriormente por Satoshi Wada, su calandra fue idea de Walter De Silva. Una calandra que desde entonces todos los Audi han adoptado, y que se ha convertido en la identidad de la marca desde entonces. Pensad en cualquier Audi, y todos ellos tendrán esta calandra, con los cuatro aros enmarcados en su centro, junto a la matrícula.
La pasión: reviviendo al mito, Lamborghini Miura (2006)
Si hay un diseño italiano por excelencia, es el Lamborghini Miura diseñado por Bertone en los años 60 del pasado siglo. El coche más bello jamás creado por Marcello Gandini, y posiblemente uno de los coches más bonitos de la historia. Walter De Silva admiraba la obra de Gandini, y con motivo del 40 aniversario del Miura original, Lamborghini presentaba en 2006 su visión del Miura del futuro en la forma de un espectacular one-off. Fue el primer diseño que De Silva hizo para Lamborghini. Y es memorable.
Su diseño favorito: el Audi A5 (2007)
Durante su periodo al mando del diseño del Grupo Audi – compuesto por la misma, SEAT y Lamborghini – dirigió y supervisó el diseño de varios modelos de Audi, como el A6, el Q7 y el TT de segunda generación. Pero si hay un coche del que se siente especialmente orgulloso es del coupé A5. Este elegante coche de dos puertas aún se mantiene a la venta con su diseño original, armónico en sus proporciones y refinado, sensual y dinámico al mismo tiempo. Llegó al punto de calificar el Audi A5 como el mejor trabajo de su carrera.
Dirigiendo los pasos de Volkswagen, y soñando con el BlueSport Concept (2009)
Desde el 1 de febrero de 2007, Walter De Silva fue el responsable máximo de diseño del Grupo Volkswagen, bajo órdenes directas del mismísimo Ferdinand Piech. Todas las marcas debían doblegarse a sus exigencias y a sus cánones de diseño. Tras su llegada al poder, comenzó a reevaluar los diseños del Volkswagen Golf, el Volkswagen Passat CC y el Volkswagen Scirocco. Diseñados por Murat Günak – su predecesor en el cargo – se dice que De Silva cambió bastantes aspectos de su diseño, no estaba satisfecho con el trabajo de Günak.
Con el objetivo de crear una imagen de marca clara, De Silva impulsó la calandra unificada de Volkswagen, de aspecto recto y flanqueada por dos ópticas angulosas, como código de estilo común. Por importancia, han sido los Volkswagen Polo y Passat los dos vehículos más relevantes diseñados por Walter en esta última etapa a las riendas del Grupo Volkswagen. Un coche para recordar su paso por Volkswagen es el BlueSport Concept, un malogrado roadster de motor central por el que suspiramos años, pero que nunca llegó a producirse.
El hedonismo llevado al extremo, Lamborghini Egoista (2013)
Uno de los diseños más memorables de De Silva – y uno de los últimos – fue el fantástico Lamborghini Egoista, presentado en 2013. Un coche que lleva al extremo el hedonismo automovilístico. Un prototipo único, un monoplaza basado en el Gallardo en cuyo diseño hay una clara inspiración aeronáutica. Una cubierta naranja cubre un cockpit más digno de un caza que de un deportivo: había que quitar el volante para poder sentarse en su interior. En su zaga, un motor 5.2 V10 con 608 CV de potencia. Un coche para no pasar despercibido.
Bola extra: el Veyron de Walter de Silva (1999)
Pero esta historia os la contará Fran López, en un artículo a fondo escrito por él hace unos años. En resumidas cuentas, De Silva propuso un diseño para el Veyron en 1999. Un diseño que fue finalmente desechado por ser demasiado barroco, pero algunos trazos permanecieron en el modelo de producción, diseñado finalmente por Hartmut Warkuss. El Bugatti Veyron – la obra maestra de Ferdinand Piëch, que perdía millones con cada coche – sería lanzado en 2004 tras años de expectación y varias demostraciones fallidas en 2003.
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