Se llamará eROT, y es uno de los desarrollos experimentales más interesantes que Audi está preparando: una suspensión electromecánica que será capaz de generar energía eléctrica con cada bache, ahorrando hasta 3 gramos de CO2 por km. Con el objetivo de ahorrar la mayor cantidad posible de gramos por kilómetro de CO2 los fabricantes de coches deben estrujarse la cabeza y recurrir a los sistemas más pintorescos de recuperación de energía. Desde luego, es mejor que hacer trampas en las pruebas de homologación de consumos.
¿Cómo funcionan los amortiguadores electromecánicos eROT?
Los amortiguadores eROT son un nuevo desarrollo aplicado a los sistemas eléctricos a bordo de 48 voltios. Mis compañeros han explicado en este imprescindible artículo en qué consiste la revolución de los 48 voltios, que permitirá el advenimiento de los turbos eléctricos, entre otros avances técnicos que mejorarán las prestaciones y eficiencia de los coches. Estos amortiguadores electromecánicos podrían muy pronto reemplazar a los actuales amortiguadores, «rellenos» de fluido hidráulico, inventados hace décadas.
Los eROT se estructuran como un brazo de suspensión: pensad en un brazo de palanca conectado a la rueda. Este brazo se mueve con cada bache y estaría conectado a una serie de engranajes, que transmitirían el movimiento generado a un motor eléctrico. El motor eléctrico volcaría la electricidad generada en el sistema de 48 voltios, eliminando carga del alternador y/o aportando energía a la batería (en caso de tratarse de un sistema híbrido). Audi estima que este sistema permitiría ahorrar hasta 3 g/km de dióxido de carbono.
En una autopista bien asfaltada el sistema genera unos 3 W de potencia circulando por una carretera perfectamente asfaltada, hasta un máximo de 613 W en una carretera secundaria. La media de potencia generada es de unos 150 W. Además de para recuperar energía, se puede utilizar como un amortiguador controlable activamente. Además de modificar la dureza de la suspensión o ajustarla en tiempo real a las condiciones de la carretera elimina la diferencia de rendimiento entre las fases de compresión y expansión en un amortiguador hidráulico.
Una de sus ventajas adicionales es que elimina la necesidad de montar un amortiguador en posición vertical, liberando espacio que redundaría en un habitáculo más espacioso o espacio para la batería en un vehículo electrificado. Una tecnología que de abaratarse lo suficiente permitirá aprovechar de forma eficiente la energía que se pierde en cada bache. Y visto el estado de nuestras carreteras, seguro que nos ayudaría a ahorrar algunos céntimos por kilómetro, reduciendo nuestro consumo. Bienvenido sea ese ahorro.
Fuente: Audi
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