El Trabant es un coche especial. Era un utilitario fabricado en la República Democrática Alemana, la Alemania Oriental bajo control soviético. Durante 3 décadas, fue una de las pocas opciones de movilidad de los ciudadanos del lado menos favorecido del Muro de Berlín. Su carrocería de Duroplast aún se mantiene intacta en el Trabant que protagoniza este artículo, pero su motor de dos tiempos y menos de 40 CV ha dejado paso a un 1.8 turbo procedente de un Audi TT, con 270 CV, y unido a su sistema de tracción total.
Posiblemente sea uno de los coches de origen comunista más rápidos jamás creados, junto a cierto Lada con un motor SR20DET en sus entrañas. La historia comenzó hace 14 años, cuando este Trabant fue adquirido con la intención de ser restaurado. Primero recibió el motor 1.1 de un Volkswagen Polo, y tras varios swaps, acabó con el motor 2.0 16V de un Golf GTI en sus entrañas. Al mismo tiempo, el dueño del Trabant tuvo un accidente de un Audi TT, que lo dejó siniestro total, pero con su motor y sistema de tracción total intactos.
2+2 son 4, pensó entonces el dueño. Rápidamente se puso manos a la obra e instaló en el Trabbi el motor de 1,8 litros turboalimentado del Audi TT. Motor que no estaba de serie: desarrollaba ya 270 CV de potencia y 370 Nm de par motor. El sistema de tracción total quattro también fue instalado en el pequeño utilitario, junto a la caja de cambios manual del Audi. El resultado, es que es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos y alcanzar los 200 km/h en 15,5 segundos. No me atrevería a alcanzar su velocidad punta.
Para que el tren de rodaje encajase en el pequeño Trabant ha hecho falta reforzar el chasis al completo y ensanchar las vías de forma considerable, así como instalar una jaula antivuelco en el interior del coche. El equipo de frenado del Audi TT también está instalado en el Trabant, con discos delanteros de 312 mm y discos traseros de 256 mm. La instrumentación del Audi TT, plenamente funcional, se instala también en el interior del coche. Se supone que toda la electrónica es funcional, desde el ESP al ABS.
El exterior ha sido pintado en un color marrón brillante que resalta la figura del Trabbi. A continuación os dejamos unos vídeos en los que se puede comprobar la aceleración y sonido de uno de los coches comunistas más rápidos jamás creados.
Fuente: Carscoops
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