«Es más simple que el mecanismo de un botijo«. Seguro que lo has escuchado alguna vez. Y este invento patrio puede ser simple sobre el papel, pero consigue algo prodigioso: enfría su contenido hasta en los climas más cálidos. No es magia, es un simple proceso físico, que para muchos es desconocido. El vapor de agua y la porosidad de su estructura son los responsables. ¿Y si ahora os dijese que en el futuro, los coches no necesitarán calefacción o climatización? Tan sencillo y tan complicado como un botijo. Dejadnos que os lo expliquemos.
El botijo enfría por sí mismo el líquido que contiene. Lo logra mediante la porosidad de la arcilla de la que está compuesto. La evaporación de su interior se filtra a través de los poros de la arcilla, y con ello, el agua del interior pierde energía, enfriándose. Parece magia, pero no lo es. Land Rover y Jaguar están desarrollando sistemas muy similares al del botijo, con el objetivo de futuro de lograr una avanzada climatización pasiva. Por ejemplo, extrayendo calor de nuestros cuerpos para calentar el habitáculo.
Han patentado un nuevo asiento que absorbe el calor que emanan nuestros cuerpos, aportándolo a una simple corriente de aire que circula por todo el habitáculo y eliminar la necesidad de sistemas de calefacción. Inteligente, sencillo y prácticamente gratuito. La calefacción en un coche convencional se obtiene a partir del calor generado por el motor térmico, pero en coches eléctricos supone un enorme gasto extra. En coches convencionales una tecnología como esta también reducirá las emisiones de CO2.
Estándares de construcción eficiente, aplicados al coche
Otro de los pilares básicos de la climatización pasiva es un aislamiento térmico excelente. Hace unos años se desarrolló en Alemania el estándar Passivhaus de edificación. Son casas construidas con una cantidad de aislante muy superior a lo normal, completamente estancas y sin fisuras. Se estima que en climas como el alemán, reducen el consumo energético en hasta un 80%. En el clima español, las casas Passivhaus ahorran hasta un 60% en climatización con respecto a una vivienda convencional.
Son casas en las que apenas entra polvo, están equipadas con cristales dobles – o triples – y se calientan al completo con una pequeña estufa y corrientes mecánicas de aire. Aplicando estos estándares al automóvil, en Jaguar Land Rover han desarrollado varios recubrimientos aislantes de alto rendimiento para carrocería y cristales, que literalmente repelen a los rayos infrarrojos, responsables del calor. En lugar de tener un enorme efecto invernadero al dejar nuestro coche al sol, no se calentará un ápice.
La tecnología Warm Air Blanket de Jaguar Land Rover busca facilitar los intercambios de calor mediante recubrimientos porosos inteligentes para el habitáculo del coche. Materiales innovadores cercanos a nuestro cuerpo, que calentarán o enfriarán aquellas zonas donde más sentimos sensación térmica. Por ejemplo, la cara, la manos o los pies. La recirculación mecánica del aire y filtros de alto rendimiento – no tan alto como los de Tesla – también serán una de las claves de nuestro bienestar térmico.
Mediante la ventilación selectiva mediante superficies porosas – recordad, el principio de funcionamiento del botijo – el coche también podrá enfriarse, como por arte de magia. Estos avances en climatización pasiva aún están lejos de llegar al mercado, principalmente por el enorme coste que suponen para el fabricante de automóviles: están aún en fase de investigación. Pronto podrían empezar a llegar algunas tecnologías al mercado de masas, de forma selectiva, y en modelos de gama alta. Estad atentos.
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