Llegó el frío, y con él la lluvia, la nieve, y la dichosa – y peligrosa – niebla. Por desgracia, en estas fechas también es demasiado común que veamos como muchos conductores conectan las luces antiniebla, y las mantienen encendidas hasta mayo. También nos cruzaremos con conductores que en condiciones de baja visibilidad no están utilizando correctamente los sistemas de iluminación. Y creo que es momento de recordar lo importante que es hacer un uso adecuado de la iluminación de nuestro coche, una práctica necesaria, que incluso puede salvarnos la vida, o como mínimo evitar que nos veamos involucrados en accidentes realmente graves.
¿Por qué es tan importante hacer un uso adecuado de la iluminación?
* Queremos ver. La labor fundamental de los faros es iluminar la carretera. Esa es la razón por la cual nuestro coche cuenta con faros de corto y largo alcance, y puede contar con faros antiniebla, que nos facilitan la iluminación si viajamos por carreteras cubiertas por un banco de niebla.
* Queremos que nos vean. Es de perogrullo, y la razón por la cual nuestro coche cuenta con pilotos traseros, luces de freno, indicadores de dirección, iluminación diurna, y pilotos antiniebla.
* Queremos evitar deslumbrar a otros conductores. Pero lo que quizás muchos conductores olvidan es que resulta tan peligroso que pequemos por defecto, en el uso de los faros, como que lo hagamos por exceso. La utilización de un sistema de iluminación en un momento en el que no resulta necesario, e incluso puede deslumbrar a otros conductores, no solo resulta peligroso, sino que también está sancionado por la ley.
Los pilotos antiniebla traseros
1. No lo olvides. Los antiniebla traseros deslumbran a los conductores. Es muy importante que recuerdes este punto. Los antiniebla traseros no han sido diseñados para utilizarlos por defecto, para garantizar que otros conductores nos vean mejor en cualquier situación. El gran problema de estos pilotos es que cuentan con una iluminación muy potente, de manera que deslumbran (y mucho) a otros conductores. Son de serie en todos los coches.
2. No utilices los antiniebla traseros durante la noche. Desde muchos organismos se insta a no utilizar los pilotos antiniebla traseros durante la noche. ¿Por qué? Porque con baja luminosidad las luces de posición de nuestro coche serán más visibles que durante el día, y probablemente más que suficientes para garantizar que seamos vistos. La iluminación potente de los antiniebla traseros también hace que su capacidad para deslumbrar a otros conductores durante la noche sea mayor.
3. Los antiniebla traseros SOLO con niebla muy espesa. Es importante recordar, por lo tanto, que el mero hecho de que haya niebla en la carretera no es razón para utilizar los antiniebla traseros. De hecho la DGT prohibe expresamente su utilización, salvo en condiciones realmente complicadas (niebla muy intensa, un aguacero considerable o una nevada muy copiosa). Repito, una neblina sobre la carretera no es razón suficiente para utilizar los pilotos traseros antiniebla. Solo deberían utilizarse cuando tengamos dificultades para ver con claridad a los coches que nos precedan a menos de 25 metros. Es decir, en aquellos momentos en los que nos cueste diferenciar que hay coches muy cerca, dentro de lo que consideramos nuestra distancia de seguridad.
4. Insistimos una vez más en que los pilotos antiniebla traseros no deben conectarse, nunca, bajo ninguna circunstancia, desde que iniciemos nuestro viaje, hasta que lleguemos a nuestro destino. Solo han de conectarse, puntualmente, en situaciones muy concretas como las ya mencionadas anteriormente. Incluso deberíamos acordarnos de apagarlas si estamos detenidos en un atasco.
Los faros antiniebla delanteros
5. A la hora de ver mejor la carretera, el papel de los faros antiniebla delanteros es realmente importante, puesto que están diseñados para ensanchar el haz de luz y facilitarnos la visión de los límites de la carretera. Los faros antiniebla, por su posición, y enfoque, son capaces de alumbrar más abajo, y hacia los márgenes de la carretera, que las luces de corto y largo alcance. Eso facilita, y mucho, nuestra visualización de los límites de la carretera. Los faros antiniebla, aunque son muy comunes, no son obligatorios (ni su uso, ni su instalación de serie en el coche)
6. A diferencia de los antiniebla traseros, los faros antiniebla delanteros deberían utilizarse SIEMPRE que la niebla haga acto de presencia, o en condiciones de visibilidad delicadas, como intensa lluvia, nubes de humo, o polvo.
7. Los faros antiniebla delanteros también pueden utilizarse en situaciones en las que no haya niebla, ni baja visibilidad, pero única y exclusivamente si circulamos por una carretera muy estrecha (con plataforma inferior a 6,5 metros), y en un tramo que esté debidamente señalizado como tramo de curvas.
8. Los faros antiniebla SIEMPRE hemos de utilizarlos con las luces de corto alcance, pero NUNCA utilizaremos la luz de largo alcance en tramos con niebla. La luz de largo alcance con niebla no aumenta nuestro campo de visión, y sí puede provocarnos deslumbramientos por el efecto de reflexión que se produce en el momento en que la potente luz de estos faros atraviesa las gotas de agua.
9 En cualquier caso, los faros antiniebla también pueden deslumbrar, reflejarse en los retrovisores, y ser molestos para otros usuarios de la vía. Por eso has de recordar que, salvo en las condiciones en las que está permitido su uso, deberás circular con los faros antiniebla desconectados. De hecho, la correcta utilización de los faros antiniebla delanteros también es motivo de sanción, de multa.
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