Viajar por una autopista sin límites de velocidad es para muchos un sueño. El equivalente a acortar la distancia entre dos puntos muy alejados entre sí, sin el temor a que un helicóptero inmortalice tu hazaña, y al día siguiente aparezcas en el telediario, y te enfrentes a multas y penas realmente duras. Es por eso que las Autobahn, y esos tramos sin límite de velocidad, glorificados por la sabiduría popular, son todo un orgullo para Alemania. Pero cada vez hay más argumentos para afirmar que los tramos sin límite de velocidad de la Autobahn son una especie en peligro de extinción, y que su fin está cada vez más cerca.
Winfried Hermann, que ostenta el cargo de Minischter fir Verchehr un Infrastruktur, equivalente a tráfico e infraestructuras viales del estado federado de Baden-Württemberg, está dispuesto a acabar con los tramos sin límite de velocidad, al menos en su jurisprudencia (ver noticia en Car & Driver). El objetivo de Hermann pasaría por reducir, a partir de mayo, de un 30% de los tramos de Autobahn, a un 20%, las zonas en las que no existe el límite de velocidad. El límite que se impondría estaría en los 120 km/h. En cualquier caso, ya sería un paso adelante realmente importante, si tenemos en cuenta que la ciudad más importante de esta región es Stuttgart, el hogar de Porsche y Mercedes-Benz.
La razón para abogar por el fin de la ausencia de límites de velocidad no sería otra que la mejora de la calidad del aire en la región. Un proyecto que de paso serviría para buscar unos límites de velocidad adecuados que pudieran extenderse en el resto del país.
La razón esgrimida por Winfried Hermann es la de la cuestión medioambiental, respondiendo a una de las demandas de su partido Die Grünen, equivalente a Los Verdes y otros partidos ecologistas presentes en el resto de Europa. Y es precisamente la cuestión medioambiental la que muy probablemente acabe con uno de los grandes iconos de la industria automovilística alemana, y de la ingeniería. Que desde cualquier punto de vista ha de verse, también, como un símbolo del progreso, controvertido si tenemos en cuenta que lo que primará, cada vez más, será la preocupación medioambiental, y los esfuerzos por mitigar el derroche energético.
Si bien es cierto que el primer paso por el que aboga Hermann es bastante pequeño, y de momento no atañe al fin total de los tramos sin límite de velocidad de Alemania, es evidente que la preocupación medioambiental está llamada a poner a prueba la fortaleza de las asociaciones de automovilistas, y los lobbys del sector, en Alemania y Europa.
Si antaño, el único razonamiento lógico para imponer límites de velocidad más estrictos era la seguridad, en adelante veremos cómo estos límites buscan un objetivo bien diferente, el de reducir la contaminación ambiental. Precisamente, en la vecina Austria, en la región del Tirol, ya hemos visto como en los últimos años se imponían límites muy estrictos, a 100 km/h en tramos perfectamente asfaltados en los que hasta hace apenas unos meses se viajaba a 130 km/h legalmente, y con seguridad. Superar estos límites, que se han impuesto por la cuestión medioambiental, os aseguro que conlleva sanciones suficientemente elevadas como para obligar al conductor a levantar el pie del acelerador.
En cualquier caso, una vez más deberíamos desmitificar a las Autobahn. Para empezar, porque cualquier tramo de Autobahn no es susceptible de carecer de límite de velocidad. Es muy importante estar atento para saber en qué tramos hay límites, y qué tramos están libres de límite. Es más, la existencia o no de límites de velocidad depende de la congestión del tráfico, y de la hora. De manera que es fácil que nos encontremos que un tramo sin límite de velocidad por la mañana, pase a estar limitado a 100 km/h, o incluso menos, por la tarde.
Conducir por una Autobahn también exige un compromiso muy alto para el conductor, el de la responsabilidad con la seguridad vial. En un tramo en el que podemos encontrarnos a vehículos que duplican nuestra velocidad, es muy importante respetar el uso de los carriles. También es importante controlar el entorno, y ser muy conscientes de la velocidad adecuada para circular por cada tramo. Hay tramos de Autobahn sin límite de velocidad, muy extensos, bien asfaltados, con inmensas rectas, pero también existen tramos con cambios de rasante, curvas más pronunciadas y una visibilidad mejorable, tramos que en España probablemente hubieran sido limitados a 100 km/h, o incluso menos.
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