Cada vez son menos los coches originales que quedan en el mercado. Por criterios económicos o por imagen, suelen desaparecer rápidamente de las gamas de los fabricantes. No sólo hablo de deportivos, hablo también de coches como el Skoda Roomster. Una curiosa mezcla de compacto, furgoneta y monovolúmen, que destacaba por una enorme modularidad interior y un gigantesco espacio de carga, en un paquete de apenas 4,2 metros. Las malas noticias son que no habrá una segunda generación de este interesante vehículo.
El Skoda Roomster cesó sus ventas en primavera de este año, y no se llegó a adaptar sus motores a la normativa Euro5. Varias mulas de pruebas fueron espiadas con la carrocería de la actual Volkswagen Caddy, y se pensó que la segunda generación del Roomster compartiría su plataforma, creciendo en tamaño y versatilidad. Según la revista alemana auto, motor und sport comunica, el desarrollo de un nuevo Roomster se habría paralizado, al no encajar ya en la filosofía de producto de Skoda. Veamos qué quiere decir eso.
Lo que quiere decir es que aunque Skoda seguirá produciendo utilitarios y berlinas de corte práctico – con sus correspondientes versiones Kombi para apelar a un público tradicional – su futuro no se encamina en dicha dirección. El futuro de Skoda pasa por los crossovers: el Yeti fue renovado el pasado año y estamos a apenas meses del lanzamiento de un nuevo todocamino de mayor tamaño basado en la plataforma modular MQB, un verdadero competidor de altura a nivel global del que SEAT también tendrá una versión.
Este SUV medio competirá con máquinas como el Renault Kadjar o el Kia Sportage, para que os hagáis a la idea de la importancia de este lanzamiento. Convertirá a Skoda en una marca más rentable y por fortuna SEAT capitalizará su éxito, aunque como ya sabéis, no será producido en Martorell, sino que saldrá de una fábrica situada en la República Checa. Lo mismo ocurre ya con los SEAT Mii o los SEAT Alhambra, son producidos por otras instalaciones del Grupo Volkswagen. Eh, nosotros también hacemos lo mismo con el rentable Audi Q3.
Todos somos amigos, pero el Skoda Roomster se queda sin un sucesor. Una pena, porque era un coche realmente grande en su interior, con una capacidad de carga similar a una furgoneta pequeña en su versión comercial. Vertiente de mercado que Skoda también pierde, dicho sea de paso.
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