Hace unas semanas os hablábamos de la muerte de la segunda generación del Skoda Roomster. Aquél interesante híbrido entre furgoneta y compacto estaba en pleno desarrollo, cuando se anunció la cancelación del programa, con el objetivo de transferir más fondos al desarrollo del SUV medio de Skoda. Lo que no sabíamos es que el nuevo Roomster estaba listo para salir del horno, y tampoco sabíamos que iba a ser una Volkswagen Caddy con otros emblemas. Es más, Skoda habría producido 100 unidades cuyo futuro es ahora incierto.
El programa Roomster fue cancelado hace pocas semanas. Su primera generación estaba desfasada, y sus ventas eran escasas. En vez de desarrollar un nuevo coche – con todos los fondos que ello implica – Skoda optó por usar una versión modificada de la Volkswagen Caddy. Muy poco modificada: apenas su frontal y llantas cambiarían con respecto a la furgoneta alemana. Las fotos que ilustran este artículo habrían sido tomadas en una fábrica del Grupo Volkswagen, y ya muestran el producto final que se habría vendido al público.
Sorprende la decisión de cancelar de golpe un programa ya terminado, y el Dieselgate del Grupo Volkswagen podría haber tenido algo que ver en dicha decisión. Porque es difícil encontrar otros motivos: ya se habían producido unas 100 unidades de un coche que nunca llegará a las calles. Los recortes en inversiones por parte del Grupo Volkswagen podrían haber sido los culpables, así como una política de austeridad de presupuestos, que redirige los recursos financieros ahí donde son más necesarios.
Aunque su desarrollo habría sido muy asequible – prácticamente a coste cero – un Skoda Roomster habría robado ventas a una Volkswagen que necesita demostrar que tras el Dieselgate, sigue siendo tan solvente y capaz como antes del escándalo. Y quizá ese sea el motivo, evitar que se canibalicen ventas dentro del propio Grupo Volkswagen, sumido en una reestructuración. Una reestructuración que simplifica gamas y acabados con el objetivo de reducir sus costes operativos. Ahí sí podemos entender esta decisión.
¿Y qué pasará con las 100 unidades ya producidas?
Posiblemente, serán achatarradas. Es una pena, pero suele ser la política de los fabricantes. No tiene sentido vender un coche que posiblemente no habría aún recibido su homologación y poner en entredicho la imagen de una marca seria. Si no son achatarradas, podrían ser usadas por Skoda como vehículos de transporte en sus fábricas o quizá donadas a departamentos de bomberos de Europa para que practiquen maniobras de excarcelación. Sea como fuere, no, no podrás ponerles las manos encima. una pena.
Fuente: Carscoops
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