Percy es algo más que un coche, especialmente para Mike, su propietario, que como muchos conductores que adoran a su coche decidió personificar a este BMW 318i E30 con un nombre muy humano. Mike, que tras un accidente quedó en silla de ruedas, consiguió convencer a sus amigos para alcanzar un reto muy especial, el de cruzar el continente africano, de sur a norte, y llegar a Europa desde Sudáfrica en este BMW, para devolverlo al lugar en el que nació hace más de dos décadas. Un reto increíble para un coche que cuando comenzó la ruta ya llevaba a sus espaldas más de 500.000 kilómetros. Por delante aún tendrían más de 18.000 kilómetros, paisajes espectaculares, pistas sin asfaltar que – mal llamadas carreteras – podían convertirse en un pedregal en el siguiente tramo, y una aventura nada sencilla.
El equipo se puso en marcha, en Ciudad del Cabo, un buen 4 de abril de 2014. La ruta debía transcurrir por 17 países, con el objetivo de alcanzar Munich en aproximadamente tres meses y medio. Tras Sudáfrica, atravesarían Botsuana, Zimbabue, Zambia, Malaui, Tanzania, Kenia, Etiopía, Sudán, Egipto e Israel, antes de dar el salto a Europa, y hacer lo propio en Grecia, Serbia, Macedonia, Hungría, Austria, y finalmente Alemania.
Recordemos, una vez más, que toda la ruta la realizarían en un BMW 318i de finales de los ochenta, con más de 500.000 kilómetros en el marcador, un motor de gasolina sobre los 100 CV de potencia y, por supuesto, sin tracción total, ni unas suspensiones pensadas para afrontar grandes pruebas fuera del asfalto.
El equipo consiguió culminar su viaje, desde Ciudad del Cabo hasta Munich, en 105 días, justo a tiempo para cumplir con su objetivo y entregar este BMW para su reciclado en la planta de Munich. Allí tuvieron ocasión de ver el proceso de reciclado de un automóvil, y de contemplar como esas inmensas máquinas son capaces de «tragarse» un coche y despedazar el motor, la transmisión, y la carrocería. Un buen momento, quizás, para replantearse si ese sería un fin honroso para un automóvil que había vivido tantas historias.
El desenlace, no obstante, prefiero no destriparlo y conminaros a que disfrutéis el vídeo que BMW ha publicado dentro de sus #BMWstories. Merece la pena.
Fuente: BMW | Back My Wheels
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