En las navidades de 1945, hace ahora 70 años, el Volkswagen Type 1, el que más adelante todo el mundo conocería como Volkswagen Beetle, salía de la fábrica de Wolfsburgo. Habían pasado solo unos meses del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. El lanzamiento del que sería uno de los grandes iconos de la Alemania nazi hubo de posponerse, en tanto todos los recursos industriales disponibles en la fábrica de Wolfsburgo hubieron de ponerse al servicio de la maquinaria militar de Alemania, que con los diferentes frentes abiertos a uno y otro lado de Europa trataba de abastecer a sus tropas. Las tropas estadounidenses entrarían en la fábrica de Wolfsburgo el 11 de abril de 1945, para transferir el control de sus medios, y sus 6.000 trabajadores, a los británicos en junio. Y así finalmente preparar un plan para dar a esta factoría el uso civil para el cual fue creada, la producción del Volkswagen Beetle.
El 22 de agosto, Wolfsburgo ya había recibido una primera reserva de 20.000 unidades, que garantizaban el futuro más próximo de la factoría y sus trabajadores, en un periodo tan complicado económicamente como el que sucedió a la gran guerra. La fábrica y sus trabajadores habían conseguido librarse de su desmantelamiento, y los primeros Beetle comenzarían a producirse para el trabajo de los Aliados, y para atender las necesidades sanitarias de las zonas rurales de Alemania.
El proyecto de Hitler y la Kraft durch Freude se había completado. Pero lejos de servir para engordar el poderío industrial del fallido imperio vislumbrado por el nacionalsocialismo, se convertiría en el instrumento perfecto para ayudar a la recuperación de una nación hundida por los estragos de la guerra, y avergonzada ante el mundo.
El coche del pueblo alemán estaba destinado a convertirse en uno de los estandartes de la escuadra propagandística del régimen nazi, el Kraft durch Freude. Durante su desarrollo, se produjeron diferentes prototipos, fabricados eminentemente en madera, como este VW 3…
… o como este VW 30 posterior.
El Volkswagen Beetle es, sin duda, uno de los modelos con una historia comercial más dilatada. Así se fabricaba en Alemania en 1973.
Por increíble que parezca, el Volkswagen Beetle se fabricó en México, en la ciudad de Puebla (cuya fábrica vemos en esta imagen), hasta el año 2003.
Publicidad de los años sesenta: «El Volkswagen corre, y corre, y corre…»
En 1938 comenzaron a rodar los primeros Beetle, de preproducción, los prototipos VW38, por las calles de Berlín.
Esta parece ser la manera más segura que tenían en aquella época de cargar un Volkswagen Beetle en un barco.
Y como una imagen vale más que mil palabras, así viajaba por el mundo el Volkswagen Beetle hasta su destino.
Si por algo brilló el Volkswagen Bettle fue precisamente por su expansión internacional. En esta imagen vemos a una flota de coches fabricados en México, listos para un traslado oceánico.
El Volkswagen Beetle también se comercializó, y produjo, en el continente africano. Esta imagen es de 1958.
El Volkswagen Beetle es también uno de los mejores ejemplos del milagro alemán. En abril de 1945 el ejército soviético entra en Berlín y Hitler se suicida junto a Eva Braun en el búnker de la Cancillería. Alemania queda devastada por la guerra, y es ocupada militarmente. Pese a todo ello, en 1950 se producía en Wolfsburgo la unidad número 100.000 del Volkswagen Beetle. Y una década más tarde, Alemania gozaría de una de las economías más fuertes del mundo.
5 años más tarde del hito de las 100.000 unidades, en 1955, se fabricaba el Beetle número 1 millón.
Y así se celebraba en Wolfsburgo. Con un mosaico de coches incluido.
En 1972 ya se habían fabricado 15.007.034 unidades del Volkswagen Beetle.
Oficialmente, el Beetle había superado las 15.007.033 unidades que se produjeron del Ford Model T.
El 15 de mayo de 1981 salía de la factoría de Puebla en México la unidad número 20 millones.
La producción del Beetle original cesó definitivamente en México con 21.529.464 unidades producidas…
… un 30 de julio de 2003. Prácticamente siete décadas después de su nacimiento.
¿Sabías que…? Allá por los años sesenta, el Beetle estrenaba un limpiaparabrisas que, para ahorrar la necesidad de instalar un sistema que bombease líquido para limpiar el parabrisas, aprovechaba la presión del aire de la rueda de repuesto instalada bajo el capó delantero.