Los fabricantes de pick-up suelen llenar de cifras e imágenes aventureras su literatura de marketing. La imagen de estas pick-ups es muy masculina, con enormes llantas cromadas, defensas de aspecto agresivo y potentes motores V8 bajo su capó. Desde luego, una Ford F-150 no es el típico vehículo que un padre de familia suburbano compraría. Sin embargo, sí podría perfectamente ser el dueño de una nueva Honda Ridgeline. Honda lanza una pick-up sorprendentemente capaz y práctica, basada en su SUV, el Pilot.
Hace unos días os enseñamos la primera imagen de este nuevo vehículo. Ya tenemos toda su información oficial, y podemos emitir un mejor juicio de valor. A nivel estético, la Honda Ridgeline no sorprende. Su frontal y dimensiones hasta el pilar C no difieren ni un ápice de las del Honda Pilot. Del gran SUV en el que está basada esta pick-up también hereda un motor 3.5 V6 i-VTEC, un atmosférico de 280 CV de potencia asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones. Ni una sola sorpresa mecánica, sólo soluciones probadas.
Desde el pilar C es desde donde nos encontramos con la sorpresa. Una gran caja de dimensiones generosas: 150 centímetros de ancho y 160 centímetros de largo. Son cifras que por fin están en línea – incluso superándolos en algunas cotas – con sus principales rivales, Chevrolet Colorado/GMC Canyon, Toyota Tacoma y Nissan Frontier (conocido como Navara por estos lares). La anterior generación de Ridgeline sí que fue mucho más deficiente en este aspecto: su caja de carga era pequeña y poco aprovechable.
El componente práctico es el principal argumento a favor de las nuevas Ridgeline. Fijaos en el detalle: hay un segundo maletero, una cubeta de plástico accesible desde el piso de la caja. Un hueco con una capacidad más que interesante, en el que también se encuentra la rueda de repuesto. La rueda de repuesto es tipo galleta. Un detalle que evidencia la orientación de esta pick-up. No es una herramienta de trabajo duro como puede ser un Chevrolet Colorado. Es una herramienta práctica para una persona normal.
Un coche que pasa desapercibido por su aspecto discreto, con un interior idéntico – y muy bien terminado – al de un Honda Pilot. Un coche en el que se pueden cargar hasta 725 kilos, y cuya capacidad de arrastre es aún desconocida. Ideal para llevar a casa ese frigorífico nuevo o bolsas de tierra para el jardín. Es un SUV con carrocería pick-up y una orientación lúdica clara. Será más cómodo e igual de útil para una persona normal, que no necesite la imagen aguerrida y agresiva de una Toyota Tacoma, por ejemplo.
Otra curiosidad es el portón la caja, en vez del típico portón que se abre únicamente hacia abajo, también se puede abrir lateralmente. Es una atípica, pero creo que Honda ha acertado con su nueva Ridgeline.
Fuente: Truck Yeah
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