Volkswagen sigue tratando de resolver el gran problema de los TDI y la manipulación de las emisiones de NOx. Las últimas noticias que nos llegan desde Estados Unidos, desde el California Air Resources Board, apuntan al rechazo inicial de la campaña de llamadas a revisión que ha propuesto Volkswagen para sus motores 2.0 TDI. El CARB habría rechazado la propuesta al entender que esta no había sido documentada adecuadamente, carecía de información relevante para establecer una evaluación técnica y no detallaba el impacto en las prestaciones, las emisiones y la seguridad de los vehículos llamados a revisión. Mientras tanto en Europa Volkswagen ya ha iniciado la campaña de llamadas a revisión, con una solución rápida y sencilla, que apenas conllevaría trastornos para sus clientes. Y la pregunta que nos lectores nos hacían estos días era la siguiente: ¿por qué aún no se ha resuelto el problema en Estados Unidos?
Desde que surgió el escándalo ya os veníamos advirtiendo de las grandes diferencias existentes entre las normativas estadounidenses y las europeas, diferencias que también atañen a las responsabilidades penales que podría afrontar la marca, y algunos de sus responsables, de demostrarse su responsabilidad en los hechos. Aunque el escándalo salpicase a los TDI comercializados en Europa, en definitiva por una cuestión de economía de escala, el gran problema surgió en Estados Unidos, donde la mayor rigidez de la normativa de emisiones de NOx habría llevado al Grupo Volkswagen a emplear técnicas ilegales para homologar unas emisiones mucho más bajas de las que a priori hubieran homologado sin trucos.
El nerviosismo crece, especialmente en un momento en el que Volkswagen recibe mayor presión para resolver el problema cuanto antes, y en el que la marca se ha presentado en dos eventos tan importantes para la industria como el Salón de Detroit, y el CES 2016 de Las Vegas. Matthias Mueller, entre periodistas lanzando preguntas sobre el asunto, aseguraría que «en ningún caso se trataba de un engaño, sino de un problema técnico» (Automotive News).
Lo único cierto es que las recetas aplicadas en Europa no funcionarán en Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses no creen que la solución propuesta inicialmente por Volkswagen (de momento solo para los motores 2.0 TDI) sea suficiente (CARB). De hecho, además de la falta de información relevante en su propuesta, la CARB ha enviado un documento confidencial a la marca apuntando las razones por las que esas soluciones no darían el resultado deseado.
La CARB reconoce que la solución está cada vez más cerca, y que de momento Volkswagen ha dado un paso adelante importante. Mientras tanto Volkswagen asegura que ya están trabajando en una solución definitiva, que en el peor de los casos podría implicar la recompra de parte de los vehículos afectados.
Fuente: CARB
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