Ayer fue la noticia del día. Durante la mañana se producía el desplome de las cotizaciones de Renault, a priori como consecuencia del temor de los inversores a un nuevo caso Volkswagen. El sindicato CGT había confirmado a la Agence France-Presse que se habían realizado diferentes inspecciones en las instalaciones de la marca, que más tarde serían reconocidas por Renault. Las acciones de Renault caerían por debajo de un 20%, aunque con el paso de las horas irían recuperándose poco a poco (hoy de nuevo caen sobre un 3%). Renault no tardó en descartar la utilización de cualquier dispositivo ilegal, un nuevo caso similar al acontecido en los últimos meses con Volkswagen. Y el Ministère de l’Écologie francés refrendaría esa afirmación, aunque reconociendo que en efecto se han encontrado con que las emisiones de CO2 y los óxidos de nitrógenos de Renault, y de otras marcas extranjeras, serían demasiado elevados.
El descubrimiento se hizo gracias a una investigación llevada a cabo por el Ministerio al cargo de Ségolène Royal, a la conocida como Comisión Royal, que investiga las emisiones de 100 vehículos en circulación, de los cuales 25 se corresponden con modelos de Renault. La elección de las combinaciones de modelo y motor inspeccionadas se realizaron en base a su representatividad en las ventas de Francia, es decir, escogiendo a los más vendidos. Y como ya te habrás podido imaginar, esta comisión fue motivada por el escándalo de los diésel de Volkswagen, que animaron a las autoridades de diferentes países europeos a revisar si estábamos ante un caso aislado (todo apunta a que sí) o si las técnicas empleadas por la marca alemana también habían sido utilizadas por otros fabricantes.
Aunque las emisiones de Renault superen los límites establecidos por la ley, según las autoridades francesas, aún no habría ningún indicio de ilegalidad. De hecho aún no se ha confirmado hasta qué punto se han superado esos límites. el Ministère de l’Ecologie ya adelantaba que Renault no ha sido la única marca en la que se han observado emisiones superiores a las autorizadas por la ley.
Le Parisien (vía Autonews) publicaba hoy mismo declaraciones de Royal en las que afirmaba que de momento no se ha planteado ninguna acción contra la marca francesa, como la solicitud de devolución de aquellos incentivos fiscales de los que se hayan beneficiado los clientes de vehículos afectados. Recordemos que Francia también goza de un sistema de impuestos al automóvil similar al impuesto de matriculación español, con el que se grava a un automóvil en función de sus emisiones de CO2.
Mientras tanto, la Comisión Royal sigue estudiando las emisiones de algunos de los 100 vehículos escogidos para la prueba. De manera que en las próximas semanas deberían publicarse los resultados y confirmar por qué se ha producido esa disparidad en las cifras homologadas por los fabricantes. Tanto Renault, como otros constructores franceses, como PSA Peugeot Citroën, han confirmado que están trabajando junto a los investigadores del grupo de certificación de la UTAC para aclarar cualquier duda que exista en torno a las emisiones de sus coches.
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