Hace unos días saltaba la noticia, Renault estaba siendo investigada por discrepancias en la certificación de las emisiones homologadas por sus vehículos. Ese mismo día, las autoridades francesas, y el Ministère de l’Écologie dirigido por Ségolène Royal anunciaban que, en efecto, Renault no era la única marca que estaba siendo investigada, y que varios fabricantes extranjeros habrían mostrado unas emisiones muy superiores a las homologadas en las pruebas que se están llamando a cabo bajo la denominada Comisión Royal. El diario francés Les Echos (vía Automotive News) ha revelado este fin de semana que el modelo que ha hecho saltar todas las alarmas no es otro que el Renault Captur, y que Mercedes-Benz y Ford también están siendo investigadas.
Antes de seguir, es sumamente importante recordar en qué consiste la presunción de inocencia. El caso Volkswagen ha llevado a difundir el mensaje, incluso demagogo, de que «todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario». Es importante recordar que la Comisión Royal aún se encuentra en un proceso de investigación y que los inspectores estarían en permanente contacto con los fabricantes para desentrañar la causa de esas discrepancias entre las homologaciones, y las pruebas que se están llevando a cabo en Francia para intentar clarificar si la manipulación, o las irregularidades en las emisiones de NOx Y CO2 son una práctica extendida, o un caso «aislado» del Grupo Volkswagen.
Las informaciones de Les Echos hablan del Renault Captur como uno de los modelos afectados, aparentemente por algún problema en su tratamiento de gases de escape, y en la mitigación de los NOx. No existe acusación alguna de que se haya empleado un truco ilegal para superar la normativa de emisiones, pero ya se está dejando caer la posibilidad de que se lleve a cabo algún tipo de llamada a revisión. Renault descartó tajantemente haber utilizado técnicas ilegales, y en su último comunicado incluso se congratulaba de que se estuvieran llevando a cabo estas investigaciones, y sus técnicos estuvieran contribuyendo con las autoridades francesas, para aportar una mayor claridad sobre el sector.
Según esas mismas informaciones, un Mercedes-Benz Clase S 350 BlueTec habría arrojado resultados inconsistentes en las pruebas. Recordemos que este diésel cuenta con una tecnología de tipo AdBlue para reducir sus emisiones de NOx. Sin saber qué tipo de inconsistencia se ha producido, es muy difícil pronosticar qué va a suceder.
En el caso de Ford, el modelo afectado habría sido el C-MAX, que según Les Echos habría arrojado un resultado en el análisis de sus emisiones de NOx cinco veces superior al permitido.
Lo importante, insistimos, es tener en cuenta que aún no se han hecho públicos los resultados de la Comisión Royal y que, de momento, habrá que desentrañar porque se han producido esas discrepancias en la certificación de las emisiones para imaginarnos cuál será el siguiente paso de las autoridades francesas, y la respuesta de los fabricantes que puedan estar afectados.
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