Desde hace tiempo venimos advirtiendo de uno de los problemas más importantes para la movilidad en las grandes ciudades europeas, y uno de los retos que ha de resolverse en los próximos años, la contaminación. Las restricciones al tráfico que se han impuesto en los últimos meses no son más que la punta del iceberg de un problema mayor, la existencia de un parque automovilístico que ha potenciado el diésel (por la preocupación de la reducción de las emisiones de CO2, como problema global) provocando una situación aún más preocupante para la polución del aire de nuestras ciudades (el incremento de las emisiones de NOx, como problema local). Eso ha llevado a que países como Francia hayan comenzado a declarar la guerra al diésel. Y esa es la razón que podría llevar al Ayuntamiento de Madrid ha tomar medidas igualmente restrictivas, que eliminen parcial, o totalmente, a los diésel de la ciudad.
De momento, no es cierto que Madrid vaya a prohibir los diésel en 2020. Habrá que esperar a la presentación del plan estratégico propuesto por el ejecutivo de Madrid en los próximos días para saber qué hoja de ruta se plantea. En cualquier caso, todo apunta a que el plan conllevará el aumento de las restricciones a los vehículos más contaminantes, especialmente a los diésel, por emitir cantidades muy superiores de NOx que los motores de gasolina. Eso daba a entender la entrevista que El País publicaba hoy mismo de Inés Sabanés, la concejal de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid.
Recordemos que de este tema ya se comenzó a hablar hace un año y por ello elaboramos el siguiente artículo aclarando algunos aspectos que se estaban pasando por alto: «
España, la prohibición del diésel y la contaminación: 10 mentiras y verdades incómodas«.
Fue el propio PSOE, y su candidato Antonio Miguel Carmona, que pactó con Ahora Madrid para permitir la alcaldía de Manuela Carmena, quien anunció su objetivo de seguir el ejemplo francés de llegar a la alcaldía, y la propuesta que pretende eliminar el diésel, especialmente en París, en los próximos cinco años.
De llevarse a cabo una medida como esta es probable que las restricciones no sean totales, a los diésel en general, sino que afecten únicamente a aquellos diésel más contaminantes, los que no hayan sido homologados bajo las últimas normativas de emisiones europeas, las Euro V y Euro VI. En cualquier caso aún hay que esperar a que se confirmen los detalles de este plan, que según algunos medios supondría la expansión de las zonas de aparcamiento regulado, y otras medidas altamente impopulares, antes de valorar estas medidas.
En cualquier caso, si algo podemos ir anticipando, y algo tenemos claro, es que las medidas restrictivas no son las únicas que deben llevarse a cabo y que pueden poner solución al problema. La contaminación por NOx no solo se debe al tráfico rodado, sino también a otros factores, como los sistemas de calefacción, o la industria. Y es evidente que estas medidas solo podrían funcionar de llegar acompañadas de iniciativas que promocionen el uso de vehículos más eficientes y el transporte público.
En los próximos días conoceremos más detalles al respecto.
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