¿Estará el futuro de la industria del automóvil en Silicon Valley? Ese es uno de los grandes temores del Viejo Continente. Las tecnológicas han dejado de ser vistas por los fabricantes tradicionales como un intruso temporal, que apenas podía poner en riesgo sus intereses. Matthias Müller, CEO de Volkswagen, alerta a Europa de que el futuro de la industria del automóvil no debe dejarse en manos de Silicon Valley, en una clara alusión a Tesla Motors. El propio Dieter Zetsche, CEO de Daimler (Mercedes-Benz, Smart), aseguraba que Apple y Google están más cerca de dar un golpe sobre la mesa lanzando un coche de lo que jamás hubieran imaginado. ¿Se han quedado rezagados los fabricantes europeos ante la que se avecina?
Esa es la pregunta que se hacía Matthias Müller, representando a una marca que necesita un buen golpe de efecto, un lavado de imagen ante el aluvión de críticas que ha despertado en los últimos meses el escándalo de los TDI. Además de prometer no volver a cometer un error tan grave, Volkswagen ya ha anunciado su plan para pasar de las palabras a los hechos, y propiciar una renovación de su gama de productos enfocada en la electrificación y la sostenibilidad.
De aquí a 2020 el Grupo Volkswagen lanzará 20 nuevos modelos entre eléctricos, e híbridos enchufables. Tampoco se olvidarán de la digitalización, el coche conectado y la conducción autónoma, campos en los que Volkswagen quiere ser líder de la industria.
Matthias Müller no solo ha presentado los compromisos de la marca a la que representa, sino que también ha pedido a las autoridades europeas que se comprometan con un proyecto que también depende de la legislación. Y ha escogido el momento perfecto para hacerlo, la primera recepción del año en Bruselas, en la que Volkswagen ejerció como maestro de ceremonias ante los asistentes, entre los cuales se encontraban numerosos europarlamentarios.
Volkswagen quiere que la legislación abogue por hacer de Europa un continente más propicio para el avance de la industrialización y en la creación de una infraestructura apropiada para dar el paso hacia la electrificación del parque automovilístico. Para ello piden la creación de una red de carga rápida con puntos de recarga de 150 kW.
Al respecto de su propio escándalo, el de los TDI, Volkswagen no solo se ha comprometido a resolverlo, sino que también abogan por la creación de protocolos de homologación, y certificación de consumos y emisiones, refrendados por técnicos independientes.
¿Serán estas ideas, y proyectos, suficientes para lavar la imagen de una marca que ha recibido un golpe a su reputación tan importante como el que ha acontecido en los últimos meses?
Fuente: Volkswagen
En Diariomotor:
