En raras ocasiones se ponen a la venta coches realmente especiales. Hablamos de impresionantes máquinas como esta: un Nissan Skyline GT-R NISMO Z-Tune, posiblemente el mejor R34 jamás fabricado de forma oficial. Sólo 21 unidades fueron fabricadas en 2003, tomando como base los GT-R V-spec II. Los R34 ya no se vendían, por lo que NISMO tuvo que buscar dos decenas coches de segunda mano en perfecto estado y comprarlos a sus dueños. El motivo era sencillo, celebrar por todo lo alto el 20 aniversario de la institución que era NISMO.
Un 20 aniversario por todo lo alto
Realmente, la transformación a la que estos GT-R R34 fueron sometidos es bastante similar a la practicada por Nismo en el espectacular 400R fabricado sobre los Skyline R33, del que os hablamos hace un tiempo. La base es un «simple» GT-R sobre el que se han practicado suficientes modificaciones prestacionales para convertirlo en un coche completamente nuevo. Cuando NISMO se propuso fabricar el GT-R NISMO Z-Tune, se encontró con que la producción de los Nissan Skyline R-34 ya había cesado. ¿Cómo iban a conseguir 20 unidades?
En el mercado de segunda mano. Durante meses, en NISMO buscaron a dueños de Skyline GT-R V-Spec que quisieran venderles sus preciadas máquinas. Los criterios de selección eran estrictos: debían ser coches con menos de 30.000 kilómetros en el odómetro, así como un perfecto estado mecánico y una estética de estricta serie. Puede parecer una locura, pero el nivel de obsesión por el cuidado de los coches en Japón es superior al del resto del mundo. Y coches como los Skyline GT-R eran los más cuidados por sus propietarios.
Con los coches en su poder, comenzaron una serie de transformaciones que convertirían a los GT-R V-Spec en máquinas completamente diferentes. La atención al detalle y la calidad del trabajo de NISMO rayaron la obsesión insana en la creación de estos Z-Tune. La lista de modificaciones es gigantesca, y podéis consultarla en este enlace. Os vamos a contar las que a nuestro juicio han sido las más relevantes. Para empezar, todos los coches fueron repintados en un color plata único para esta versión: el «Z-tune Silver (KY0)».
Posteriormente, se les dotó de un kit aerodinámico completamente funcional, construido en CFRP, plástico reforzado con fibra de carbono. Su aspecto era amenazador, con enormes aberturas de refrigeración en capó y paragolpes, así como un difusor trasero y un alerón de dimensiones épicas. Por supuesto, todos estos aditamentos eran plenamente funcionales, y también buscaban una reducción de peso. NISMO siempre ha respetado la máxima de función sobre forma. Si por el camino les sale un coche agresivamente bello, mejor que mejor.
Cero postureo: las llantas LM GT4 «GT500 Model» fabricadas por RAYS eran piezas forjadas casi idénticas a las usadas en el campeonato GT500 japonés de turismos. Los neumáticos Bridgestone Potenza REO1R en medidas 265/35 R18 eran los mejores que se podían comprar en el momento. El eje de transmisión era de fibra de carbono en vez de acero, y el diferencial trasero recibió dos radiadores controlados electrónicamente para refrigerar su aceite. Nismo esperaba que su coche fuese usada intensamente en track-days.
Más rápido que un Nissan GT-R R35
Las modificaciones no terminaban ahí. Bajo su capó estaba la magia. El motor RB26DETT fue reemplazado por otro denominado simplemente Z2. Un bloque reforzado desarrollado a partir del bloque experimental Z1, directamente derivado de la experiencia de Nismo en Le Mans y el campeonato GT500 japonés. Este bloque estaba reforzado, y todos sus componentes internos eran forjados, construidos con un nivel de tolerancia muy inferior al de los Skyline de producción. El sistema de admisión también estaba derivado de la competición.
El turbocompresor fue desarrollado especialmente por IHI para este vehículo, y soplaba a 1,6 bares de presión, logrando una potencia de «al menos 500 CV», con un par máximo de al menos 545 Nm. Se cree que por motivos de garantía, estos números estaban ligeramente subestimados. Queda patente cuando descubrimos que es un vehículo capaz de hacer el cuarto de milla en 10,06 segundos. El actual Nissan GT-R R35 no baja de los 10,8 segundos en su configuración de serie. Y tiene una caja de cambios de doble embrague, no una manual.
Todo el sistema de refrigeración y escape fue sustituido por un sistema ad-hoc muy superior al del coche de serie. Su ancho de vías era 15 mm más ancho y Sachs diseñó una suspensión específica para el Z-Tune, de altura y dureza regulable. Las barras estabilizadoras fueron rediseñadas y una barra de torretas fue instalada en el vano motor para añadir rigidez al conjunto. Quizá tampoco había mencionado que el chasis fue completamente destripado y reforzado con más puntos de soldadura en algunos lugares críticos.
El coche fue vendido por NISMO en su momento por 16,9 millones de yenes. Unos 140.000 euros de la época. Con una producción tan limitada, el precio de las unidades de segunda mano se ha disparado. Son auténticas joyas de coleccionista, cuyo valor actual ya supera el medio millón de euros. Mucho más que un Nissan GT-R «tuneado». El máximo exponente del trabajo de una NISMO que vivía una era dorada. Si aún queréis más, os recomiendo que veáis cómo de bien se movía este fantástico vehículo en el vídeo que recogemos a continuación.
El vídeo es de los grandes de Best Motoring, y entre otras cosas, está traducido al inglés. El Z-Tune se merienda a todo un Ferrari 360 Challenge de competición en Tsukuba.
Fuente: NISMO
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