Hasta que no lo probemos, no podremos decirte que lamentaremos más, si la desaparición de su motor bóxer de seis cilindros, o el hecho de que ya no vaya a ser atmosférico. Bajarnos de uno de los mejores Porsche jamás creados, el Porsche Cayman GT4, para subirnos en el nuevo Porsche 718 Boxster puede ser un drama. Estamos convencidos de que echaremos de menos a su motor bóxer atmosférico de seis cilindros, como en su día muchos echaron de menos al air cooled. ¿Pero hasta qué punto lo echaremos de menos? De momento, veámoslo, y escuchémoslo, para ir haciéndonos una idea de cómo sonará el nuevo Porsche Boxster con motor bóxer, turbo, de cuatro cilindros. Ver prueba del Porsche 718 Boxster.
El Porsche 718 Boxster es un modelo completamente nuevo, una nueva generación que como ya habrás podido ver en estas imágenes mantiene su esencia estética, y ha revisado por completo algunos de sus rasgos, como la integración de la zaga.
El nuevo Boxster se comercializará en dos sabores, con sendos motores de cuatro cilindros y un desplazamiento de 2 litros y 2,5 litros, y potencias de 300 y 350 CV, respectivamente. Dicho lo cual, con dos cilindros menos tendremos un deportivo que consume menos combustible, es más potente y, sobre todo, empuja con más fuerza en todo el régimen de revoluciones. Con lo cual intuimos que irremediablemente será rápido, mucho más rápido que hasta ahora.
Aunque la fidelidad de un vídeo promocional, bien editado, sea cuestionable a la hora de emitir un veredicto acerca de su sonido, parece que no le falta personalidad. Un Porsche que no suena a Porsche no tendría sentido.
Esperaremos a probarlo para emitir ese veredicto, comprobar si hay decibelios suficientes para satisfacer nuestras ansias por pisar el acelerador (seguro que sí), si el sonido gozará de tanto carácter como el del bóxer de seis cilindros utilizado hasta la fecha (tenemos muchas dudas al respecto), y si la nueva línea de escape habrá abogado, como muchos otros deportivos que hemos probado recientemente, por el petardeo forzado para compensar la pérdida de carácter del paso de un atmosférico a un turbo.
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