Imaginémonos por un segundo que el recientemente presentado Opel GT Concept llega a producción, suaviza sus formas conceptuales y adopta un interior más mundano, ¿dónde quedaría situado en el mercado? Parece que podríamos estar ante la perfecta alternativa coupé al Mazda MX-5 y al Fiat 124 Spider.
Pongámonos en situación. Un coupé de 1.000 kg, biplaza, de comedido tamaño. Bajo su capó, en disposición central, por detrás del eje delantero y mandando la potencia al eje trasero, late un pequeño motor turbo, gasolina, de tres cilindros y sólo 1 litro de cubicaje. Una mecánica que desarrolla una potencia de 145 caballos.
Poco peso, tracción trasera y 145 caballos… consumos comedidos si tenemos en cuenta el tamaño de su propulsor y el peso contenido del conjunto y a buen seguro una buena predisposición a dejarnos con una grata y satisfactoria dinámica.
El enfrentamiento con el Mazda MX-5 y el Fiat 124 Spider está servido en bandeja. Aún desconocemos el peso del italiano, pero sabemos que el japonés supera por poco la tonelada y mecánicamente nos encontramos con un motor turbo de 1.4 litros y 140 caballos en el Fiat y un 1.5 de 131 caballos y un 2.0 de 160 caballos, atmosféricos, en el Mazda, ambos con la misma plataforma, con el mismo esquema de tracción trasera… y precios que sitúan a las versiones de acceso de ambos entre los 25.000 y los 26.000 euros, una franja en la que bien se podría situar este Opel GT, quedando así un pequeño peldaño por debajo del Subaru BRZ y el Toyota GT 86.
Todo pinta muy bien… el problema es que poco después de conocer al conceptual Opel GT nos topamos con unas declaraciones oficiales en las que se señalaba a este modelo como, simplemente, un estudio de diseño y de tecnología. Lástima.