Es cierto que BMW no ha inventado la inyección de agua, y que ni tan siquiera es una novedad en su aplicación a deportivos. Lo que sí es cierto es que, con el BMW M4 GTS, se han propuesto el reto técnico, no menos interesante, de aplicar la inyección de agua en un deportivo de producción. Lo cual supone grandes ventajas, pero también particularidades, por decirlo de alguna forma, en su mantenimiento. BMW quería crear un auténtico prodigio técnico, un deportivo que dentro de diez años seguiremos contemplando con devoción y admiración. Y al parecer lo han conseguido.
En este vídeo, la revista británica EVO da buena cuenta de las peculiaridades de este nuevo BMW M4 GTS. Peculiaridades como el hecho de haber diseñado un sistema que inyecta agua pulverizada en la admisión para mejorar la combustión de un bloque de seis cilindros en línea sobrealimentado por partida doble. Mejorar la combustión, aumentar el rendimiento, y trabajar con gasolinas convencionales (desde 95 octanos) sin llegar a la temida autodetonación, para conseguir que este bloque trabaje con cargas realmente altas en cualquier situación.
Como ya os decíamos, la inyección de agua del BMW M4 GTS no proyecta un torrente líquido, sino una fina neblina que llega al colector del módulo de aspiración para conseguir que la temperatura del aire aspirado en sobrealimentación descienda aproximadamente 25º. Gracias a ello este bloque es capaz de conseguir un grado de eficiencia realmente alto, aumentando el avance de la chispa, disminuyendo la temperatura máxima y evitando el riesgo de autoencendido.
¿Cuál es el inconveniente? Como nos muestran los chicos de EVO en este vídeo el agua utilizado por el sistema de inyección del BMW M4 GTS ha de venir de algún sitio, y ese sitio es un depósito que hemos de recargar periódicamente.
El agua llega a los inyectores con una presión de 10 bares y su distribución depende de la carga del motor, de manera que su consumo sea el mínimo necesario para garantizar el buen funcionamiento del sistema. Existe por lo tanto una política de ahorro de agua, que aún así sigue condicionando su mantenimiento. Con un depósito de agua de 5 litros, BMW estima que en condiciones normales tendrás que recargarlo cada cinco repostajes. Según la cuenta de la vieja, eso debería ser una vez cada 3.500 kilómetros. El problema está en que el consumo de agua puede dispararse en función de nuestra conducción, puesto que no es lo mismo circular a velocidades legales en autopista, que hacer lo propio en ciudad, o incluso circuito. De ahí que BMW recomiende que en circuito se recargue cada vez que se realice un repostaje completo.
¿Qué sucede si nos quedamos sin agua? Nada grave. El rendimiento del BMW M4 GTS no será el mismo, puesto que el motor cuenta con un sistema de protección que ajusta el rendimiento para su funcionamiento como en cualquier otro BMW M4 del mercado, sin inyección de agua. Pero estaréis conmigo en que teniendo en el garaje un deportivo tan bestia, y exclusivo como un BMW M4 GTS, desearéis que desarrolle su máximo potencial, ¿no crees?
Fuente: EVO
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