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Estás buscando coche de ocasión y de repente, ves un coche de segunda mano con pocos kilómetros para su edad y un precio realmente bueno. Aunque los chollos existen, son menos frecuentes de lo que pensamos. Por desgracia, la picaresca de algunos vendedores – tanto particulares como compraventas – les lleva a practicar afeitados de kilómetros a los coches que ponen a la venta. Una práctica completamente ilegal que en ocasiones puede ser difícil de detectar. Con estos cinco trucos podrás detectar si los kilómetros del coche son reales.
1. Solicita un informe en la Dirección General de Tráfico
En la DGT – o la dirección de tráfico correspondiente en País Vasco y Cataluña – es posible solicitar un informe llamado «Informe del Vehículo». En este informe es posible ver si el vehículo tiene cargas de las que el comprador nos ha informado, si sus ITV están en orden así como el kilometraje registrado en la última ITV. Es una primera aproximación y recomiendo solicitar este informe en toda compra de un vehículo usado. Con certificado digital se puede solicitar por Internet, de lo contrario tendrás que acudir a una oficina de la DGT.
Otra opción es el informe de Carfax. Es un servicio muy popular originado en EE.UU., y consiste en un informe ampliado similar al de la DGT. En este informe se nos dice si el coche ha sido robado en alguna ocasión, los registros de mantenimiento en concesionarios oficiales – así como el kilometraje cuando pasó dichas revisiones – y si el vehículo ha tenido un uso comercial o estuvo registrado como taxi. También nos permite saber si es un vehículo nacional o es un vehículo de importación, cuyos kilómetros son más fácilmente manipulables.
También dice los lugares en los que el coche ha estado domiciliado y durante cuánto tiempo. El servicio tampoco es gratuito. Cada informe cuesta 11,99 euros, aunque existe posibilidad de contratar packs de consultas válidas para varios coches, un paquete de 3 informes por un pago único de 19,99 euros y de 6 informes por 24,99 euros. Creo que es un buen precio en comparación a la inversión de un coche usado y los problemas que nos puede ahorrar.
2. Revisa toda la documentación del coche
Revisa a fondo toda la documentación del coche, especialmente la Tarjeta de Inspección Técnica. En coches que ya han cumplido los 4 años, debe estar correctamente sellada por la ITV correspondiente. Fíjate en que los kilómetros del coche coincidan con los de la Tarjeta de Inspección Técnica, no lo asumas. Vigila asimismo que nadie haya tratado de alterar los kilómetros, normalmente escritos con bolígrafo en la tarjeta. Desconfía si el coche no tiene Tarjeta de Inspección Técnica o te entregan un duplicado.
El libro de revisiones también es un documento a repasar en la compra de un vehículo de ocasión. No siempre es el caso, pero mejor si está sellado con el kilometraje del coche en cada revisión. También permite comprobar si el anterior propietario ha respetado los plazos de mantenimiento o ha sido poco cuidadoso con su coche. Si el coche tiene pocos años y su documentación ha desaparecido o se entrega sin el libro de revisiones – y sin facturas de trabajos realizados – sospecha de sus kilómetros y procedencia. Más vale prevenir que lamentar.
3. ¿Concuerda el estado del interior con sus kilómetros?
Hablando de una utilización promediada, un coche tiene un desgaste interior acorde a su kilometraje. Si el coche se vende con 40.000 kilómetros, sería raro que los pétalos de los asientos estuviesen desgastados o algunos botones comenzasen a acusar el desgaste. Podría pasar si el uso del coche ha sido sólamente urbano, pero no sería común. Comprueba también el mullido de los asientos, el estado de los pedales o el desgaste del volante. Aunque se pueden enmascarar, pueden dejar en evidencia a los estafadores menos cuidadosos.
4. El estado mecánico del coche nunca miente
El coche es una máquina que acusa el paso del tiempo, pero acusa de forma más marcada el desgaste de los kilómetros. Fíjate en el estado del embrague, en su recorrido. Si el coche tiene pocos kilómetros y el embrague está «para tirar», sospecha. Aunque la conducción de cada dueño influye, revisa el estado de los frenos. Los discos y pastillas delanteros se suelen cambiar con frecuencia, pero no tanto los traseros. Compara su desgaste – duran más de 100.000 kilómetros – con el kilometraje anunciado por el vendedor.
Escucha el sonido del motor, y prueba el coche. Por norma general, es muy recomendable llevar el coche que vas a adquirir a pasar una inspección en un taller. Puede ahorrarnos muchos sustos y muchas averías ocultas, que incluso el vendedor podría desconocer. Además, son los que mejor pueden averiguar si el desgaste que el coche ha sufrido es acorde a su número de kilómetros. También pueden comprobar si el coche ha tenido accidentes graves que han sido reparados y han afectado a su bastidor. Es una garantía de seguridad.
5. ¿Aún tienes sospechas? Busca la manipulación de los kilómetros
Si algo te hace sospechar que el coche tiene una buena afeitada de kilómetros, te recomendamos que no adquieras el coche. Si estás empeñado en comprar dicho coche, solicita en un servicio oficial – o en un taller especializado en electrónica – que comprueben el kilometraje real del coche. Mediante una simple conexión por ordenador al puerto OBD del coche pueden investigar si alguien ha manipulado la electrónica del coche, e incluso podrían averiguar el kilometraje real del coche. Sencillo y muy rápido.
En coches más antiguos era necesario desmontar el cuadro de mandos para alterar físicamente el número de kilómetros del marcador. Maniobra que podría dejar marcas en los alrededores del cuadro de mandos, o muescas sospechosas que un buen taller sabrá ver. Sí, somos paranoicos. En resumen, ten sentido común y los ojos muy abiertos a la hora de adquirir un coche de segunda mano. Y ante dudas razonables sobre los kilómetros reales del coche, no dudes en echarte atrás. Está en tu mano el cerrar o no la transacción.
¿Se te ocurre alguna forma adicional de comprobar el kilometraje real del coche? ¿Cuáles son tus trucos? Hagamos entre todos la vida difícil a los estafadores. Y por último, si detectas alguna estafa, denúnciala de inmediato.