La séptima generación del Rolls-Royce Phantom nacía en 2003, como el regreso de un emblema del lujo y la distinción, y la cara del Rolls-Royce del siglo XXI. Hoy ya podemos confirmaros que el fin de este Phantom está cada vez más cerca, de manera que 15 años después de su nacimiento, en 2018, asistiremos a la llegada de un nuevo Rolls-Royce Phantom, más lujoso, más tecnológico, más ligero y tan ostentoso como siempre. Los primeros en marcharse, para no regresar nunca más, serán los modelos Rolls-Royce Phantom Coupé y Drophead Coupé. Las últimas unidades saldrán de la factoría de Goodwood en noviembre, con una edición especial limitada a 50 unidades, que será llamada Rolls-Royce Phantom Zenith. Y no serán remplazadas.
Rolls-Royce confirma por lo tanto que los modelos Phantom Coupé y Phantom Drophead Coupé no seguirán comercializándose con la llegada de esta nueva generación del Phantom. Lo que aún no estaría claro es si llegarán dos nuevos modelos que, con otro nombre, ocupen su lugar.
De momento, la gama Rolls-Royce ya goza de un gran coupé y un gran descapotable, los modelos Rolls-Royce Wraith y Rolls-Royce Dawn, respectivamente.
Rolls-Royce mira ahora al futuro con todas las esperanzas puestas en un nuevo SUV, o más bien un inmenso coche de lujo con aptitudes más camperas, para plantar cara al Bentley Bentayga, y para ofrecer alternativas en un segmento inédito para la marca. Un producto que, a todas luces, les permitiría aumentar su volumen de ventas, que en 2015 llegó a las 3.785 unidades, no muy lejos de las más de 4.000 que alcanzaron en 2014, su récord histórico.
Los nuevos Rolls-Royce Phantom Zenith se producirán en una tirada limitada a 50 unidades, únicamente con carrocerías Phantom Coupé y Phantom Drophead Coupé, convirtiéndose en el «Canto del Cisne» perfecto para los que probablemente sean el gran coupé y el gran descapotable más ostentosos y lujosos del mundo.
Fuente: Rolls-Royce
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