Si no has visto El Graduado de Dustin Hoffman, estás tardando en «ir al videoclub». La película de los años 60 tiene como coprotagonista a un precioso Alfa Romeo Spider, y gracias a ella, saltó a la fama automovilística. Años después de que su fabricación cesara, se fundó en Reino Unido una empresa llamada Alfaholics. Un taller especializado en preparaciones y restomods que convierten a estos Alfa clásicos en máquinas de matar superdeportivos. Su Alfaholics Spider-R 007 roza la perfección automovilística.
Todo comenzó con un Alfa Romeo Spider 2000 Veloce. Una unidad a medio restaurar fue la base para crear un Spider concebido para un uso intenso en circuito. Aunque los Alfa Romeo Giulia GTA suelen ser una base más adecuada, muchos propietarios de Spider son asiduos a trackdays. El trabajo comenzó en el chasis, que fue reforzado con nuevas soldaduras. También se instalaron barras de refuerzo en la parte inferior del chasis. Tras ser repintado en un color del Alfa Romeo 147, comenzó la magia de Alfaholics. Una magia en la que menos es más.
Varias piezas de la carrocería fueron creadas desde cero, como la clásica calandra del biscione, mecanizada en aluminio aeroespacial a partir de archivos CAD en 3D. Se ha suprimido el paragolpes trasero del coche y se le han instalado las mismas llantas de aleación ultraligera y 17 pulgadas del Alfaholics GTA-R 290. Los faros están recubiertos con una cubierta de plástico, uno de los detalles más cruciales de cualquier restauración de los Alfa Romeo Spider. El interior se ha construido prácticamente desde cero.
Se le han instalado dos bacquéts tapizados en cuero diamantado, y el volante Momo procede de la competición. El coche fue entregado al cliente con la instrumentación analógica de los Spider, pero pronto decidió sustituirlo por un cuadro completamente digital, mucho más racing. También dejó a un lado la caja de cambios manual del descapotable, optando en la última modificación encargada por el dueño por una caja de cambios secuencial de seis relaciones, desarrollada por Alfaholics y más eficaz en circuito.
La suspensión está creada con el circuito en mente, tiene amortiguadores de aluminio y es propietaria de Alfaholics, así como el equipo de frenado, con discos ventilados delanteros abrazados por pinzas de seis pistones. Es una máquina de rendimiento muy serio, movida por un motor atmosférico de cuatro cilindros. El motor Twin Spark – presumiblemente un 2,0 litros procedente de un Alfa Romeo 75 – desarrolla nada menos que 216 CV entre las 6.800 rpm y las 7.300 rpm, siempre funcionando con gasolina de 98 octanos.
Tiene un tanque de combustible sellado instalado en el maletero. El motor está alimentado por dos carburadores Weber de 45 mm, a los que se ha dotado de una admisión casi directa. Además, una ECU especialmente diseñada por Alfaholics regula todo lo relacionado con la ignición de la mezcla de aire y combustible. El Alfaholics Spider-R 007 ha sido usado en circuito desde que fuera entregado a su propietario. Y la mayor parte de sus 12.000 kilómetros actuales han sido cubiertos en circuito. No es una reina de garaje, definitivamente.
En mi garaje ideal habría un Alfa Romeo creado por Alfaholics, sin duda.
Fuente: Alfaholics
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