Una de las estrellas del Salón de Ginebra es el Bugatti Chiron. El hiperdeportivo de Bugatti acaparará todas las miradas del Salón, pero desde su rincón, el Koenigsegg Regera le mira. Y se ríe. El sueco se presenta en su versión de producción, y se posiciona como su rival más duro. Sin apenas cambios sobre el prototipo presentado hace un año en este mismo Salón, los suecos nos ofrecen ya sus datos técnicos y prestacionales. El Bugatti Chiron de verdad tiene motivos para estar muy preocupado.
El Koenigsegg Regera de producción se nos muestra en un tono rojo, con llantas de fibra de carbono, oscuras. Un aspecto mucho más intimidante que el elegante Regera en color azul claro que fue presentado el año pasado en la muestra suiza. Los más de 3.000 cambios efectuados por Koenigsegg sobre el prototipo – muy funcional – del Regera afectan a todos los apartados del coche. Sin ir más lejos, a su peso: en orden de marcha es de 1.590 kilos. En vacío es de sólamente 1.470 kilogramos. Al Bugatti Chiron le faltan 5 kilos para las dos toneladas.
Como ya os hemos adelantado, el Koenigsegg Regera no tiene caja de cambios. Emplea un sistema llamado KDD (Koenigsegg Direct Drive), que mi compañero David Clavero describe mucho mejor que yo.
Partiendo del propulsor 5.0 V8 Twin Turbo gasolina, se ha implementado un esquema híbrido basado en tres propulsores eléctricos capaz de asistir al propulsor principal hasta alcanzar los 1.782 CV de potencia máxima y 2.000 Nm de par. Dos motores eléctricos son instalados en las ruedas traseras de forma independiente, mientras que el tercer motor eléctrico está alojado de forma solidaria al cigüeñal del motor de combustión interna. Con el uso combinado de estos motores eléctricos y el apoyo de una batería de iones de litio, el sistema permite prescindir de un grupo de transmisión intermedio.
La principal novedad es que el peso de su batería se ha reducido desde los 115 kilos a sólo 90 kilos, gracias al uso de tecnología derivada de la Fórmula 1. Su capacidad también ha disminuido, buscando la ligereza – hasta los 4,5 kWh. Esta batería de 800 voltios tiene una potencia en descarga de 713 CV de potencia. La aerodinámica activa y paneles de carrocería del Regera – Autoskin – se mueven gracias a un sistema hidráulico, cuya carga proviene del acoplamiento hidráulico entre el motor térmico y los motores eléctricos de propulsión.
¿El resultado? ¡Prestaciones de órdago!
De órdago de verdad: acelera hasta los 100 km/h en 2,8 segundos – es un vehículo de propulsión – y hasta los 200 km/h en sólo 6,6 segundos. Aunque estos dos registros son mejores en el Bugatti Chiron, el 0 a 300 km/h es de sólo 10,9 segundos en el Regera. El Chiron demora tres segundos más. Se estima que el Regera hace el 0 a 400 km/h en sólo 20 segundos. ¿No estáis impresionados? ¿Qué tal un 150 km/a 250 km/h en 3,9 segundos? Pensadlo, y leedlo de nuevo, porque no hay una sola errata en este texto.
Los pocos que lo han podido probar afirman que la entrega de potencia nada tiene que ver con la de cualquier otro coche. Aunque tiene una batería de iones de litio y es enchufable, Koenigsegg no describe a su obra maestra como un híbrido. La entrega de potencia es tan instantánea como en un eléctrico, pero emplea un motor V8 térmico con más de 1.000 CV en su interior. El Koenigsegg Regera es un coche único, el pináculo de la evolución de los superdeportivos modernos, del que poco a poco os iremos contando más detalles.
Fuente: Koenigsegg
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