¿Tienes ganas de morir? Entiendo que no, por lo que te recomendamos que no te subas a la Lazareth LM 847. Este constructor de motos y quads artesanales ha sorprendido a propios y extraños en Ginebra con su nueva LM 847. Técnicamente, no es una moto, porque tiene cuatro ruedas. Pero lo cierto es que sus controles son similares a los de una moto, su postura de pilotaje también, y se inclina en curva. Una moto de cuatro ruedas es el término más adecuado. Y también el camino más rápido al ataúd. ¡Tiene un motor V8 Maserati!
De Lazareth ya conocemos su Wazuma – un cuadriciclo con motor V8 Ferrari de 250 CV – y un Renault Twingo con transplante V8 en su parte trasera. En Lazareth calan hondo los propulsores de ocho cilindros, y en su LM 847 han optado por un 4.7 V8 de última generación, procedente de la gama Gran Turismo. Según las especificaciones recogidas en la web de Lazareth, este motor desarrolla 470 CV a 7.000 rpm y un par máximo de 620 Nm a 4.750 rpm. Aunque la cifra de par sea algo inferior, hay que tener algo en cuenta: esta «moto» pesa 400 kilos.
Tiene una relación peso-potencia mejor que un Koenigsegg Regera, por si os lo estábais preguntando. Simplemente impresionante. Dos ruedas en cada eje, calzadas con neumáticos Michelin y un peculiar esquema de suspensiones – con amortiguadores fabricados por TFX Suspension Technology – se encargan de mantener la estabilidad del conjunto. Para frenar sus 400 kilos de peso, recurre a discos de freno perimetrales de 420 mm de diámetro, abrazados por pinzas Nissin. En el eje trasero, recurre a un doble disco de 255 mm firmado por Brembo.
El motor es un elemento autoportante en su chasis, con el resto de piezas construidas en fibra de carbono o metales ligeros. Una curiosidad es su transmisión, que es directa: posee un acoplamiento hidráulico de una velocidad, que transmite su potencia a las dos ruedas traseras mediante dos cadenas. Sólo tendremos que acelerar y frenar con esta moto, y quizá es mejor así ya que esta moto tiene potencia suficiente para arrancarnos de cuajo el casco de la cabeza. No se han publicado cifras de aceleración o velocidad punta.
Pero creo que ni siquiera es necesario. Es infernalmente rápida, y el piloto sentirá un verdadero infierno entre sus piernas con ese enorme motor generando calor a mansalva. Con el motor al descubierto, su aspecto impresiona al más pintado, y su pilotaje no es apto para todos los públicos.
Fuente: Lazareth
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