Hace poco que me he bajado del Nissan Pulsar. He podido convivir con el compacto de Nissan durante casi 10 días, que me han servido para formarme una clara idea al respecto. Ya hemos probado varias versiones del Nissan Pulsar, con motor 1.5 dCi turbodiésel y también con el motor 1.6 DIG-T de 190 CV. No voy a descubriros nada nuevo, pero quiero enfocar esta prueba a convenceros con cinco razones de peso, de que el Nissan Pulsar es posiblemente la opción de compra más lógica del segmento.
Probando el Nissan Pulsar con motor 1.5 dCi y acabado Tekna
Por opción lógica, quiero decir la que más ofrece en relación al dinero invertido. No quiere decir que sea el compacto más barato del mercado – aunque no está lejos. Lo que quiero decir es que el Nissan Pulsar es una excelente herramienta de transporte, en el sentido más puro de la palabra. No es un deportivo pasional, ni busca emocionarnos con su diseño: busca transportarnos de A a B de forma eficiente y eficaz. Y posiblemente es uno de los mejores compactos en dicha labor. Analicemos los motivos.
1) Discreción garantizada
El Nissan Pulsar no es un coche llamativo, es más bien discreto. Incluso esta unidad, equipada con llantas de 17 pulgadas y pintura metalizada, pasa desapercibida. Es un coche de aspecto bonito, alto, que incluso algunos confunden con un crossover. Pero os puedo asegurar que llama mucho menos la atención que un Volkswagen Golf o un Opel Astra, por ejemplo. ¿Es esto malo? En absoluto. Pero te ayuda a perder miedos en el parking de tu oficina o en el parking de una gran superficie. Hay coches en apariencia más golosos que el Nissan Pulsar.
2) El más espacioso del segmento
Su interior es cavernoso. Las plazas delanteras se benefician de un túnel central relativamente estrecho, y tienen mucho espacio en todas sus cotas. Aunque los asientos no tienen un apoyo lateral pronunciado, son amplios para personas de cualquier talla. Donde el Nissan Pulsar brilla es en el espacio para los pasajeros. El espacio disponible para sus piernas es superior al de algunas berlinas, con un acceso muy sencillo a las plazas. Incluso los más altos tendrán varios centímetros hasta el techo y los hombros despejados.
Evidentemente, la plaza central es más estrecha, con un respaldo más duro. Pero en ningún compacto viajarán cuatro personas más cómodamente. Tampoco debemos olvidar el espacio disponible para carga. Su maletero tiene 385 litros de capacidad, una cifra que sin ser la mejor del segmento, es bastante respetable. El maletero es profundo, y si abatimos los asientos obtendremos un volumen de carga 1.000 litros superior. No obstante, aquí sí echo de menos una rueda de repuesto y una superficie de carga completamente plana.
3) ¿Pasional, deportivo? No, muy cómodo
El Nissan Pulsar no es un deportivo. Su tarado de suspensiones es más bien confortable, sin resultar blando o provocar inseguridad por excesivo rebote – como ocurre en algunos coches orientados al confort. La suspensión nos aísla de todas las asperezas del firme, sin balancear de forma alarmante en las curvas. Esta suspensión agradable se combina con un aislamiento francamente bueno: no escucharemos apenas el ruido de rodadura del coche o el viento chocando con la carrocería. Es posible mantener conversaciones sin levantar la voz en absoluto.
4) Motor voluntarioso, consumo excelente
La unidad probada usa un motor 1.5 dCi de 110 CV, un viejo conocido en el Grupo Renault-Nissan cuyo código interno K9K es por muchos conocido. Su consumo homologado es de sólamente 3,6 l/100 km, y si hacemos caso a su ficha técnica, acelera hasta los 100 km/h en unos correctos 11,5 segundos. Es un motor voluntarioso, que ha sido muy bien aislado del habitáculo, resultando muy poco rumoroso. En estas últimas evoluciones, es más progresivo que hace años, empujando muy bien desde apenas 1.400 rpm.
Lo mejor de este motor es sin embargo su bajísimo consumo. De todos los coches que he probado – y han sido muchos – nunca otro había hecho un mejor consumo en mi ruta habitual de pruebas. Desde Madrid hasta Gijón, ha arrojado un consumo final de sólo 4,0 l/100 km. Siendo muy cuidadoso y eficiente, en un recorrido extraurbano a 90 km/h, logré una media de sólo 2,9 l/100 km. Al devolver el coche, el consumo mixto declarado por el ordenador de a bordo era de 4,9 l/100 km. Con el depósito lleno, superar los 1.000 km no debería ser un reto.
Parte de este consumo ajustado se debe agradecer a unos desarrollos muy largos para su caja de cambios manual, de seis relaciones. A 120 km/h de marcador la aguja del tacómetro está situada justamente en 2.000 rpm. A menor velocidad, nos obligará a jugar mucho entre la cuarta, la quinta y la sexta. En ciudad – aunque depende de cuanto te pese el pie – no he subido de 6,5 l/100 km, con un Stop&Start de funcionamiento agradable y rápido. En resumen: es un coche que consume muy poco, y es ideal para quienes vayan a rodar muchos kilómetros.
5) Por su excelente relación precio-equipamiento
No esperes un acabado perfecto o unas terminaciones premium en el interior del Nissan Pulsar. Los materiales son duros pero sufridos, y el coche debería soportar muy bien el paso del tiempo. Lo mejor, es que ese interior está muy bien equipado en relación al precio. La unidad que hemos probado es tope de gama con motor diésel, y su precio es de 22.420 euros. En este equipamiento tenemos asientos de cuero calefactados, avisador de vehículo en punto muerto, asistente de salida de carril, cámaras de visión perimetral o manos libres Bluetooth.
El precio obliga a financiar el coche y supone acogimiento al Plan PIVE. La gama arranca en 12.900 euros, teniendo en cuenta las condiciones anteriormente descritas – y financiar con RCI Banque. Esta oferta es posible con el motor 1.2 DIG-T de 115 CV y un acabado básico Visio, que aún así incluye aire acondicionado, control de velocidad, manos libres Bluetooth y sensor de presión en los neumáticos. Y si con todo esto no te convencemos, se fabrica íntegramente en España, en la planta que Nissan tiene en Barcelona.
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