¿Quién puede permitirse guardar en su garaje un deportivo que costará como mínimo 2,4 millones de euros, un Bugatti Chiron? Yo te lo digo. Aquel con un garaje lo suficientemente grande como para guardar 84 coches, y una cuenta bancaria lo suficientemente grande como para tener 3 jets y un yate. No lo digo yo, lo dice el propio Wolfgang Dürheimer, el ingeniero que dirige desde hace dos años el devenir de Bentley y Bugatti. Y el mismo que reconoce que el cliente Bentley es algo más modesto, y de media solo suele tener 8 coches. Así es el cliente que comprará un Bugatti Chiron.
Esas fueron sus declaraciones en 2014, recogidas por un artículo de Bloomberg. Y según las estadísticas que maneja Bentley y Bugatti de sus clientes, ese sería el perfil medio de alguien dispuesto a desembolsar varios millones de euros en un deportivo de 1.500 CV, o cientos de miles en un coche de lujo con tecnología alemana y sabor inglés.
Y eso no es todo. Sabemos que muchos clientes de Bugatti son, si nos permiten la licencia, reincidentes. John Hill, que por aquel entonces dirigía las operaciones de Bugatti en Estados Unidos, reconocía a la publicación Road And Track hace años que muchos clientes tenían más de un Bugatti Veyron en su garaje. En 2012 hablaba de al menos 55 clientes que habían comprado varios Bugatti Veyron, y que uno incluso había llegado a reservar 11. No nos extrañaría que esa cifra hubiera aumentado, si tenemos en cuenta que en el fin de su ciclo comercial el Bugatti aún tendría sitio para varias ediciones especiales, el Grand Sport «descapotable» e incluso un Grand Sport Vitesse más potente y rápido.
Indudablemente, gran parte de aquellos clientes que tienen o en su día tuvieron un Bugatti Veyron acabarán llevándose un Bugatti Chiron. Y que mejor prueba que saber que, antes incluso de que se presentase oficialmente, el Bugatti Chiron ya tiene más 120 unidades vendidas, del total de 500 que se ha planificado producir. Más de 120 unidades que Bugatti ha adjudicado mostrándoles su último deportivo a clientes, y candidatos a nuevos clientes, en los eventos que a puerta cerrada ha venido celebrando en los últimos meses.
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