Pocos fabricantes se han tomado tan en serio la producción de combustibles sintéticos como Audi. La marca alemana trabaja desde hace tiempo en la investigación de procesos para crear combustibles empleando agua y aire, en una «transmutación» que por increíble que pueda parecer no responde a más razones que los principios de la física y la química. Evidentemente, el negocio de Audi sigue estando en los coches, lo cual no impide que los de Ingolstadt se asocien con expertos en energía para explorar las posibilidades de esta tecnología. La última novedad que nos llega de Audi y «sus» combustibles sintéticos tiene que ver con crear un combustible dividiendo el agua en hidrógeno y oxígeno, y consiguiendo que unos microorganismos absorban CO2 del aire. Suena bien. ¿Pero por qué insiste Audi en el desarrollo de combustibles sintéticos?
Audi ha anunciado su alianza con la empresa Viesmann Group, que esta misma semana abría en Allendorf (Alemania), una factoría que se encargará de producir grandes cantidades de lo que Audi denomina como «e gas», y que no es otra cosa que un metano sintético. Ese gas puede emplearse posteriormente en diferentes aplicaciones. La más interesante para Audi no es otra que la de alimentar a su gama de vehículos con tecnología g-tron, es decir, turismos bi-fuel capaces de funcionar indistintamente con gasolina o gas natural.
Recordemos que el metano es el principal hidrocarburo gaseoso del cual se compone lo que conocemos como gas natural.
El proceso desarrollado por Viesmann Group pasa por dividir el agua en moléculas de hidrógeno y oxígeno, lo cual se consigue mediante electrólisis, empleando energías renovables para conseguir una huella de CO2 neutral, e incluso negativa. Y es que en la segunda parte del proceso una serie de microorganismos se encargan de absorber el hidrógeno en disolución acuosa y el CO2 que a posteriori se requiere para sintetizar esta suerte de gas natural. El problema de este proceso, como siempre, está en instaurar técnicas que permitan sintentizar volúmenes considerables de combustible, y en su coste, que según sus promotores no es excesivamente elevado al trabajarse con presiones moderadas y temperaturas relativamente bajas.
¿Por qué insiste Audi en la producción de combustibles sintéticos? Vamos a obviar lo interesante que resulta para la sociedad que produzcamos combustibles que, si bien es cierto emiten gases contaminantes en su combustión, neutralizan su huella de CO2 al producirse neutralizando este gas de la atmósfera.
La investigación de nuevas soluciones de movilidad sin emisiones de CO2 (y esta es una de ellas) siempre es importante para un fabricante de automóviles, especialmente con la presión que recibirá la industria en los próximos años para reducir su media de emisiones. Pero aún lo es más la investigación de sistemas de almacenamiento energético sostenibles y eficientes. Y este puede ser uno de ellos. Pensad que, en definitiva, se trata de almacenar energía, idealmente procedente de fuentes renovables (de otra forma no tendría sentido), en forma de combustible.
En un futuro próximo, Audi pretende que estas fábricas que ya producen combustibles sintéticos puedan suministrar el combustible necesario para los coches de un buen número de clientes. Recordemos que Audi ya comercializa diferentes modelos basados en tecnología bi-fuel y gas natural, los g-tron. Antes de que termine este año se estrenará el nuevo Audi A4 g-tron, la versión bi-fuel de gas natural de la última generación del Audi A4.
Fuente: Audi | Viessmann Group
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