Hoy arrancábamos el día recordando un aniversario muy importante. Hace cien años era fundada la Bayerische Flugzeugwerke AG, que poco después conoceríamos como la Bayerische Motoren Werke, y su acrónimo BMW. Y para conmemorar su cien aniversario en BMW no solo van a mirar a su pasado, a su historia, sino también al futuro. Y qué mejor forma de hacerlo con un prototipo futurista, y espectacular, tanto que aún siendo un coche, por muchos otros aspectos apenas parece un coche. Se llama BMW Vision Next 100 y refleja cómo imagina BMW que serán los coches en los próximos cien años.
¿Y cómo piensa BMW que será el coche del próximo siglo?
En BMW asumen que en un futuro no muy lejano la mayoría de los coches serán autónomos, es decir, podrán desplazarse sin la intervención de un conductor. Con esa idea en mente es lógico que BMW, la marca que aún aboga por el lema del «te gusta conducir» comience a plantearse cómo serán sus coches cuando llegue ese día. Y es ahí donde BMW ha decidido replantear la relación entre los pasajeros y el coche para preservar ese nexo emocional.
De esta forma, el BMW Vision Next 100 sería un coche autónomo, pero estaría diseñado para permitir que el conductor tome los mandos cuando así lo crea conveniente.
El BMW Vision Next 100 entremezcla conceptos tradicionales, con ideas realmente vanguardistas. Aunque apenas se aprecie, sigue manteniendo cuatro ruedas, situadas en los extremos y escondidas bajo unos llamativos carenados que ayudan a que este prototipo sea extraordinariamente efectivo cortando el viento, con un coeficiente aerodinámico (cw) del 0,18.
BMW nos habla de un coche permanentemente conectado, en una fusión entre el mundo digital y el físico, y con una tecnología en la que la inteligencia artificial se anticipará a nuestros deseos y, sobre todo, ayudará a garantizar que nuestros desplazamientos sean más seguros.
En BMW también se están planteando cómo evolucionarán las estrategias de producción de automóviles, e imaginan ya plantas de fabricación en las que la impresión en tres dimensiones y el uso de materiales modificará por completo el aspecto habitual de una línea de producción.
A bordo, el volante se habría sustituido por una suerte de control giratorio con dos agarradores, estilo joystick, que facilitarían al conductor la labor de conducción.
BMW también cree que las pantallas táctiles son una solución pasajera, que en un futuro quedará remplazada por tecnologías más avanzadas, pero también (según ellos) más humanas e intuitivas. El coche del futuro, según BMW, no tendrá pantallas, sino superficies en las que se proyectara información, incluido el parabrisas en todo su extensión, e interfaces que permitirán interactuar al conductor y sus pasajeros de manera intuitiva con el coche, mediante gestos, o comandos de voz más avanzados y parecidos a una conversación entre humanos.
BMW también habría llevado la existencia de modos de conducción a un nuevo nivel. Un nivel en el que los modos definirán si nos desplazaremos en modo autónomo, denominado modo Ease, o si preferiremos tomar los mandos, en modo Boost, con un grado de automatización determinado que se aprovechará de la inteligencia artificial para definir el grado de interacción de las ayudas de conducción y los sistemas de conducción autónoma.
Fuente: BMW
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