Increíble, pero cierto. Una patente estadounidense del pasado 1 de marzo registrada por Ford nos ha dejado patidifusos. Aunque muchas patentes no llegan a materializarse, son ideas con cierto potencial, registradas por si a alguien se le ocurren ideas similares. Dicho sea esto, lo que Ford nos propone es convertir nuestro coche autónomo en una sala de cine. Como lo oyes y como lo ves: una pantalla se desenrolla desde el techo, y un proyector entre dos asientos se encargará de suministrar la imagen. ¿Nos hemos vuelto locos?
Ideada para coches autónomos, se desplegaría a voluntad de los pasajeros, permitiéndoles visualizar cualquier contenido audiovisual en la pantalla – y se enrollaría de nuevo cuando alguien quisiera tomar los mandos del coche. Varios proveedores de contenidos – como Spotify – ya han afirmado que el infoentretenimiento es una de las principales bazas a favor del coche autónomo, al no interferir su uso y disfrute en la conducción. ¿Imaginas ver el último episodio de tu serie favorita en Netflix mientras viajas de Madrid a Barcelona?
Cuando un conductor está al volante, los pasajeros tendrían que recurrir a otras pantallas repartidas por el coche. Esta patente también extiende las pantallas de infoentretenimiento al espejo retrovisor. Puedo entenderlo en una cámara de marcha atrás, no lo veo para ver una película. Aunque el atractivo de ver una película en gran pantalla mientras viajo es evidente, la idea de ceder completamente el control al coche – e ignorar de forma consciente todo lo que ocurre fuera del coche – me parece terrorífica.
La tecnología autónoma no será perfecta, y requerirá de intervención humana para ciertas maniobras, así como supervisión constante. Sí puedo ver pantallas de grandes dimensiones para los pasajeros de las plazas traseras o integradas en el salpicadero – como Volvo nos mostró en un prototipo hace unos meses. Es una simple patente y en palabras de Ford, suelen registrar muchas patentes al año con ideas innovadoras. Evidentemente, sólo algunas llegan a las calles. Pero la apuesta por el coche autónomo sí es clara.
Fuente: Gizmodo
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