Porsche ya comercializaba un Macan de cuatro cilindros en algunos mercados selectos, como el británico o el chino. Ahora, esta versión de acceso se comercializará en toda Europa, a un precio que arranca en 63.180 euros en España. Así, el Macan se convierte en uno de los Porsche más baratos del mercado y el primero en llevar un motor de cuatro cilindros en línea desde el 968. Lo que nos preguntamos, es por qué Porsche no ha usado uno de sus nuevos – y flamantes bóxer de cuatro cilindros – en este todocamino deportivo.
El propulsor escogido por Porsche es ya por todos conocido. Es un bloque EA888 de 1.984 centímetros cúbicos, con inyección directa, y turboalimentación. Es el conocido 2.0 TSI del Grupo Volkswagen, en su versión Audi con alzado variable de válvulas, que Porsche denomina VarioCam Plus. La puesta a punto del motor ha sido cortesía de Porsche, por lo que debería tener una respuesta y un tacto diferentes al bloque Audi. Su potencia máxima es de 252 CV, entre las 5.000 rpm y las 6.800 rpm – una entrega sorprendentemente elástica para un turbo.
Su par máximo es de 370 Nm entre las 1.600 rpm y las 4.500 rpm, permitiendo un 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, en las versiones equipadas con el Sport Chrono Pack – 0,2 segundos más lento en caso contrario. Sólo se puede encargar asociada a una caja de cambios PDK de doble embrague y siete relaciones. Su consumo medio según el ciclo NEDC de homologación es de entre 7,4 y 7,2 l/100 km, dependiendo de la rueda elegida. Pero nos seguimos preguntando, ¿por qué un cuatro cilindros de origen Audi-Volkswagen?
¿Por qué un cuatro en línea y no un bóxer?
La nota de prensa no llega a decirnos el porqué. Pero tenemos varias ideas claras al respecto. Para empezar, el Porsche Macan está construido sobre una plataforma modular MLB del Grupo Volkswagen. Es un coche mecánicamente emparentado con el Audi Q5, aunque su puesta a punto sea muy diferente, y Porsche haya modificado tanto suspensiones como gama de motores. Pero en el fondo, la plataforma MLB no está preparada para montar motores de esquema bóxer, sino motores de configuración en línea o en uve, mucho menos «planos».
La otra razón tiene que ver con conservar la exclusividad de sus deportivos. Sólo los 911 y la gama 718 – tanto Boxster como el futuro Cayman – usan motores con cilindros opuestos. Aunque el nuevo bóxer de cuatro cilindros y hasta 350 CV de potencia estrenado en el nuevo 718 Boxster fuese un candidato ideal para ocupar el vano motor del Macan, Porsche prefiere reservar su tacto, su tecnología y su sonido exclusivo para sus deportivos. El EA888 es un motor ya probado, con buenas prestaciones y consumos, si bien no tan especial como un bóxer.
Fuente: Porsche
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