Acabo de aterrizar del Reino Unido, y más concretamente de un viaje a Sunderland. Esta ciudad es probable que te suene de algo, al menos por su equipo de fútbol, presente en la Premier League. Como también te sonará Newcastle, quizás por la misma razón. Lo que tal vez no conocieras, o sí, es que Sunderland es el lugar en el que se produce el Nissan Qashqai, en la misma fábrica que esta semana produjo la unidad 2.368.705, lo que convierte al Qashqai en el modelo más fabricado en Europa en la historia de Nissan, superando las 2.368.704 unidades del Micra. Y hasta Sunderland hemos viajado para conocer cómo Nissan diseña sus coches, cómo se desarrollan, cómo se fabrican y, por si no fuera poco, vestirnos de trabajadores para contribuir construyendo un Nissan Qashqai. Pero de momento vamos a centrarnos en cómo se desarrolla un autómovil, y en las torturas a las que fue sometido el Nissan Qashqai para asegurar que fuera un coche fiable, y gozase de un nivel de calidad a la altura de las expectativas de sus clientes.
Por estrafalarias que puedan resultaros estas pruebas, no son nada extrañas, ni únicas de Nissan. Cualquier fabricante que se precie de serlo ha de poner a prueba, incluso en las condiciones más insospechadas, a sus automóviles. Los bancos de pruebas son capaces de acelerar el tiempo, permitir a los ingenieros realizar pruebas de largo recorrido que conllevarían meses y años, en un periodo muy limitado de tiempo, el que pasa entre que un coche está prácticamente desarrollado, hasta que esté llega a los concesionarios.
Esa es la razón por la cual vemos tantas mulas de prueba en entornos tan peculiares como el Círculo Polar Ártico, los desiertos, o la carretera de Sierra Nevada, que en cuestión de minutos nos puede llevar desde prácticamente el nivel del mar hasta cerca de 3.000 metros de altura.
1. Nissan asegura que antes de llegar a los concesionarios sus crossover, Juke, Qashqai, y X-Trail, han recorrido más de 2,4 millones de kilómetros – únicamente para poner a prueba las suspensiones. Algo así como dar la vuelta al mundo 60 veces. Antes de que cualquier automóvil llegue a los concesionarios se realizan infinidad de pruebas en circuito, en entornos extremos (desde zonas desérticas, hasta los lagos helados del Círculo Polar Ártico) y carreteras varias. Pero, evidentemente, para llegar a un kilometraje como ese es imprescindible contar con bancos de rodillos que se encargan de replicar los efectos que varios años de conducción tendrían en la mecánica de un coche. Y esos efectos incluyen poner a prueba la resistencia de las suspensiones tras varios años de conducción sobre terrenos muy bacheados.
2. En esas mismas pruebas de fiabilidad, Nissan asegura que han contado con un sistema que mediante robots permite abrir y cerrar puertas, o incluso el capó del coche, para asegurar la resistencia de los cierres y las bisagras a un uso continuado. Sus robots han cerrado y abierto puertas 1,2 millones de veces, y el capó en 48.000 ocasiones, no sólo sobre el Nissan Qashqai, sino también sobre Juke y X-Trail.
3. ¿Y qué tiene que ver un oso pardo con todo esto? En las pruebas de resistencia de los techos panorámicos, utilizados por los crossover de Nissan, los desarrolladores buscaron que el techo acristalado de sus modelos fuera capaz de resistir a un oso pardo que escalase sobre el techo del coche. Para ello se simuló el impacto de bultos con diferentes pesos, para comprobar que esos impactos no conllevasen la fractura de la luna del techo.
4. Accionar las luces intermitentes laterales, a la izquierda y a la derecha, 2,25 millones de veces.
5. ¿Y qué tiene que ver el trance alemán y Mariah Carey en todo esto? La tortura a la que sometió Nissan a sus nuevos crossover pasó por probar el equipo de sonido de sus coches durante 1.728.000 minutos (1.200 días), al máximo volumen, con diferentes temas musicales, entre los cuales estaban algunos de Mariah Carey, trance, y drum & bass alemán. ¿Por qué escogieron estos temas? Por la variedad de notas y sonidos producidos, graves y agudos, que permiten probar la resistencia de los altavoces con intensidades de un espectro muy amplio.
6. Activar los limpiaparabrisas durante 480 horas ininterrumpidas, a diferentes velocidades, con diferentes modos de barrido, y en condiciones meteorológicas muy diversas, las que generan los túneles de viento y frío que utiliza en su desarrollo Nissan.
7. ¿Y qué tiene que ver la ceniza de un volcán de Japón en todo esto? Nissan utilizó robots especiales para abrir y cerrar las ventanillas de sus crossover en hasta 30.000 ocasiones. Y no solo eso. No hay nada peor que la arena y la suciedad acumulada en las juntas arañe tus lunas. De ahí que Nissan realizase sus pruebas proyectando ceniza de volcán importada de Japón para comprobar que el sistema de apertura y cierre de ventanillas funcionase correctamente y no se arañasen las lunas del coche.
8. Otras pruebas, atípicas, incluyen probar la resistencia a la suciedad de tapizados y paneles arrojando chocolate, aceite, gomina, y café, o incluso realizando marcas con pinta labios.
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