Los accidentes de tráfico siguen siendo la eterna asignatura pendiente de nuestra sociedad, y es que aunque veamos cerca un futuro tecnológico que presume de cero accidentes, todavía hoy el 90% de los accidentes de tráfico son responsabilidad del ser humano. Con este dato en el punto de mira queda claro que todavía hay mucho trabajo por hacer, aunque la entidad responsable de estos datos, CESVIMAP, ya nos señala que comienzan a notarse los beneficios de los primeros sistemas de seguridad autónomos. Después de todo parece que hay luz al final de túnel.
Con motivo de la I Jornada Tecnología y Seguridad Vial donde han participado diferentes entes y firmas como CESVIMAP, la Dirección General de Tráfico, el Ministerio de Fomento o Volvo entre muchas otras, ha salido a relucir la importancia que todavía tiene el conductor en ese objetivo de reducir los accidentes de tráfico. La tecnología está llegando paulatinamente para asistir al conductor, pero la educación y la formación vial sigue siendo a día de hoy la herramienta más eficaz para prevenir accidentes.
Dicho esto, ha sido el Centro de Experimentación y Seguridad Vial MAPFRE (CESVIMAP), quien ha arrojado más luz en torno a las causas sobre los miles de accidentes de tráfico que se producen en nuestra carretera. Como ya te hemos adelantado, el 90% de los accidentes están causados por factores humanos: errores, despistes, infracciones, etc. Justo en esta afirmación ha puntualizado que la los sistemas de frenada autónoma de emergencia y las alertas de colisión inminentes son las tecnologías que a día de hoy más están ayudando a evitar esos accidentes relacionados con factores humanos.
Pero la realidad de estas tecnologías de seguridad y asistencia a la conducción es que apenas están presentes en nuestras carreteras. Hablamos de tecnologías de última generación que muy poco a poco comienzan a llegar a los coches de nueva fabricación, necesitando de varios años para expandir su implantación. Al mismo tiempo tampoco hay que olvidar el envejecimiento del parque automovilístico español, algo que nos lleva a otro factor igual de importante cuando se trata de seguridad.
CESVIMAP tampoco ha querido pasar por alto lo que supone la llegada de estos coches cada vez más tecnológicos. La complejidad de los coches y el grado de especialización exigido para su reparación son un aspecto vital para todo el sector dedicado a la reparación de automóviles. Los accidentes de tráfico se seguirán produciendo hasta que se haga realidad esa idea de ciudades repletas de coches 100% autónomos, por lo que será muy importante exigir el más alto grado de calidad en las reparaciones y calibraciones de los sistemas de seguridad tras sufrir un accidente por muy leve que este sea, pues hoy en día es fácil que un vehículo medio ya emplee decenas de sensores entre infrarrojos, ultrasonidos, cámaras de vídeo, acelerómetros, radar…
Fuente: CESVIMAP | DGT
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